Simón y el rescate de Lucas



Había una vez un elefante llamado Simón, que vivía felizmente en la selva con su pequeño hijo, Lucas. Un día, mientras jugaban cerca del río, Lucas se separó de su padre y desapareció entre los árboles frondosos.

Simón buscó por todas partes a su hijo sin descanso. Preguntó a los monos, a las aves y hasta al tigre más valiente de la selva, pero nadie había visto a Lucas.

El corazón de Simón estaba lleno de angustia y preocupación. Decidido a encontrarlo, el elefante se aventuró en lo más profundo de la selva.

Siguiendo las huellas dejadas por su pequeño hijo, llegó a un claro donde encontró un grupo de animales reunidos alrededor de una ardilla sabia llamada Sabina. - ¡Ayuda! - exclamó Simón angustiado -. He perdido a mi hijo y no sé dónde encontrarlo. Sabina miró compasivamente al elefante y le dijo: "No te preocupes, Simón.

Conozco un lugar mágico en esta selva donde todos los problemas pueden ser resueltos". Sin perder tiempo alguno, el elefante siguió a Sabina hasta llegar a una cueva oculta detrás de una cascada brillante.

En ese lugar especial vivía Mago Maxi, el mago más poderoso del bosque. Maxi escuchó atentamente la historia de Simón y decidió ayudarlo. Le dio un mapa que mostraba el camino hacia el Bosque Encantado donde crecían plantas mágicas capaces de revelar secretos escondidos.

Siguiendo las indicaciones del mapa, Simón llegó al Bosque Encantado. Allí encontró una planta llamada Verdad Flor que podía responder cualquier pregunta con honestidad. Sin embargo, para obtener su ayuda, debía superar tres pruebas difíciles.

La primera prueba consistió en encontrar el agua de la sabiduría en un lago escondido entre los árboles gigantes. Afortunadamente, Simón tenía una trompa larga y pudo alcanzar el agua sin problema.

La segunda prueba fue aún más complicada: encontrar la hoja de la paciencia en lo alto de un árbol muy alto e inestable. Con mucho cuidado y determinación, el elefante subió al árbol y logró obtener la hoja. Finalmente, llegó a la tercera prueba: enfrentarse a sus miedos internos y liberarlos para siempre.

Enfrentando sus temores con valentía, Simón se sintió más fuerte que nunca. Con las tres pruebas superadas, Simón obtuvo la Verdad Flor y formuló su pregunta: "¿Dónde está mi hijo Lucas?".

La flor brilló intensamente y respondió: "Tu hijo está atrapado en una cueva al otro lado de la selva". Lleno de esperanza renovada, el elefante regresó rápidamente a donde Sabina y Mago Maxi para contarles lo que había descubierto. Juntos trazaron un plan para rescatar a Lucas.

Guiados por Sabina y ayudados por Maxi, Simón llegó hasta la cueva donde estaba su hijo perdido. Con fuerza sobrehumana levantaron las rocas que bloqueaban la entrada y encontraron a Lucas dentro, asustado pero ileso.

Padre e hijo se abrazaron con alegría y gratitud. Agradecieron a Sabina y Mago Maxi por su ayuda valiosa y regresaron a casa, prometiendo nunca separarse de nuevo.

Desde aquel día, Simón contó la historia de su aventura en busca de Lucas a todos los animales de la selva. Les recordó que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza y que juntos pueden superar cualquier desafío.

Y así, el elefante Simón y su pequeño hijo Lucas vivieron felices para siempre en la selva, compartiendo su historia inspiradora con todos los animales que conocían.

FIN.

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