Sofi y el misterio del robot descompuesto




Había una vez en un tranquilo barrio de Buenos Aires, una niña llamada Sofi. Sofi era muy curiosa y le encantaba resolver problemas utilizando su pensamiento computacional.

Un día, su vecino el Señor Martínez, que era un inventor muy talentoso, le pidió ayuda. -Hola Sofi, tengo un problema con mi robot. No deja de comportarse de forma extraña, ¿podrías echarle un vistazo? - le dijo el Señor Martínez preocupado. Sofi, emocionada por el desafío, aceptó encantada.

Se sentó frente al robot y comenzó a observarlo detenidamente. Con su mente analítica, comenzó a desglosar el problema en pequeñas partes, utilizando el pensamiento computacional que había aprendido en la escuela.

Sofi examinó cada componente del robot y realizó un diagrama de flujo para entender cómo funcionaba. Luego, identificó que el problema estaba en el cableado del sistema de alimentación. Con paciencia y habilidad, reparó el cableado y reprogramó el robot para restablecer su funcionamiento normal.

El Señor Martínez, impresionado, le agradeció efusivamente a Sofi. -¡Eres asombrosa, Sofi! Gracias a tu pensamiento computacional, mi robot ya está funcionando perfectamente de nuevo. Sofi sonrió orgullosa, sintiéndose realizada por haber ayudado a su vecino con sus habilidades.

Desde ese día, Sofi supo que su pasión por resolver problemas con pensamiento computacional, podía llevarla a enfrentar desafíos aún más grandes en el futuro.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!