Sofi y el Poder de la Superación



Había una vez una niña llamada Sofi que estaba a punto de comenzar cuarto grado en la escuela. Pero, a diferencia de otros años, esta vez Sofi sentía un miedo enorme en su corazón.

No sabía por qué, pero el solo pensar en su primer día de clases le hacía temblar las piernas. Sofi se encontraba sentada en el patio trasero de su casa mirando fijamente al cielo.

"¿Qué podría hacer para superar mi miedo?", pensaba ella. En ese momento, apareció su amiga Lola y se sentó junto a ella. - Hola Sofi, ¿qué te pasa? Te veo preocupada - dijo Lola con curiosidad. - Hola Lola - respondió Sofi suspirando-.

Estoy muy asustada por mi primer día de clases en cuarto grado. No sé cómo será o si me irá bien. Lola sonrió y le dio unas palmaditas reconfortantes en la espalda.

- Tranquila Sofi, todos tenemos miedos cuando enfrentamos algo nuevo. Pero estoy segura de que todo saldrá bien y encontrarás muchas cosas divertidas en cuarto grado. Sofi quería creerle a Lola, pero aún así seguía sintiendo ese nudo en el estómago que no desaparecía.

Mientras tanto, cerca del patio trasero había un árbol antiguo llamado Don René. Era conocido por tener poderes especiales para ayudar a las personas con sus problemas emocionales.

Don René había estado escuchando la conversación entre Sofi y Lola desde el principio y decidió intervenir para ayudarla a superar su miedo al primer día de clases. Una mañana soleada antes del inicio del año escolar, Sofi se despertó y encontró una carta en su almohada. Era de Don René.

"Querida Sofi", decía la carta, "sé que estás asustada por tu primer día de clases en cuarto grado. Pero quiero que sepas que dentro de ti hay una fortaleza increíble. Siempre recuerda que eres valiente y capaz de enfrentar cualquier desafío".

Sofi se sintió animada al leer las palabras del árbol mágico y decidió llevar consigo la carta a su primer día de clases. Cuando llegó a la escuela, Sofi vio a todos sus compañeros riendo y jugando juntos.

Sin embargo, ella todavía sentía ese miedo persistente. De repente, recordó la carta de Don René en su mochila y decidió leerla nuevamente para encontrar fuerzas.

Mientras leía las palabras mágicas escritas por el árbol antiguo, Sofi comenzó a sentir un cambio dentro de sí misma. Se dio cuenta de que no tenía nada que temer y que estaba lista para enfrentar el nuevo año escolar con confianza.

Con una sonrisa en su rostro, Sofi entró al salón de clases y se presentó ante su nueva maestra y compañeros. Descubrió rápidamente que todos eran amigables y acogedores. A medida que pasaban los días, Sofi se dio cuenta de lo emocionante e interesante que era cuarto grado.

Aprendió sobre nuevos temas fascinantes como matemáticas avanzadas, historia intrigante e incluso ciencia divertida. Sofi también hizo nuevos amigos con quienes compartió risas y aventuras en el patio de la escuela.

Se dio cuenta de que su miedo inicial había sido solo eso, un miedo irracional que no tenía fundamento. Al final del año escolar, Sofi miró hacia atrás y se sintió orgullosa de lo lejos que había llegado.

Agradeció a Don René por sus palabras inspiradoras y prometió siempre recordar su fuerza interior cuando enfrentara nuevos desafíos en el futuro. Y así, Sofi aprendió que todos tenemos miedos en la vida, pero también tenemos dentro de nosotros la valentía necesaria para superarlos y triunfar.

FIN.

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