Sofi y la lección de prudencia



Había una vez una niña llamada Sofi, a quien le fascinaba ver videos en su tablet. Le encantaba especialmente mirar tutoriales de peinados y cortes de cabello en YouTube.

Sofi era muy creativa y siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse. Un día, mientras veía un video en el que enseñaban cómo hacerse un corte de pelo moderno, Sofi tuvo una brillante idea.

Decidió agarrar unas tijeras y comenzar a cortarse el cabello ella misma, imitando lo que acababa de ver en la pantalla. Estaba tan concentrada en su tarea que no se dio cuenta de que su tía, Clara, la estaba observando desde la puerta.

Al ver a Sofi cortándose el pelo con tanto entusiasmo, Clara decidió esperar a que terminara antes de intervenir.

Cuando finalmente Sofi se dio cuenta de la presencia de su tía, esta última le preguntó con curiosidad:- ¿Qué estás haciendo, Sofi? Sofi se puso nerviosa al darse cuenta de que había sido descubierta. Intentó explicarle a Clara lo emocionada que estaba por probar algo nuevo y divertido. - ¡Tía Clara! Estaba viendo un video en YouTube y me inspiré para hacerme un cambio de look yo misma.

¿Qué te parece? Clara sonrió ante la ocurrencia de su sobrina pero luego le explicó con calma:- Sofi, entiendo que quieras experimentar cosas nuevas, pero cortarte el pelo es algo delicado y mejor dejárselo a los profesionales.

Además, podrías lastimarte si no tienes cuidado. Sofi bajó la mirada avergonzada por haber actuado sin pensar en las consecuencias. Clara aprovechó ese momento para enseñarle sobre la importancia de tomar decisiones pensadas y responsables.

- Sé creativa como siempre lo eres, pero también recuerda ser consciente del impacto de tus acciones -le dijo cariñosamente Clara-. Ahora vamos juntas a arreglar ese corte improvisado.

Las dos fueron juntas a una peluquería cercana donde arreglaron el corte hecho por Sofi y además le dieron un peinado especial para lucir aún más hermosa. En ese momento, Sofi entendió que podía seguir siendo creativa pero debía tener cuidado al poner sus ideas en práctica.

Desde entonces, cada vez que quería probar algo nuevo o diferente, Sofi consultaba primero con su tía Clara para asegurarse de hacerlo correctamente. Aprendió así una valiosa lección sobre prudencia y responsabilidad gracias al apoyo amoroso y sabio de su tía.

Y colorín colorado este cuento ha terminado con una bonita enseñanza: ser creativo está bien siempre y cuando se haga con precaución y responsabilidad.

FIN.

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