Sofía canta su corazón


Era un hermoso día de sol en el colegio Amigos. Los pájaros cantaban y los estudiantes se preparaban para las actividades del fin de semana.

Todos estaban emocionados por la gran noticia que había llegado: habría un concurso de canto entre los diferentes colegios de la ciudad. Los profesores habían seleccionado a los mejores cantantes del colegio, quienes competirían contra otros estudiantes talentosos.

La emoción era palpable en el aire, y todos esperaban ansiosos el día del concurso. Entre los participantes estaba Sofía, una niña tímida y reservada que nunca había participado en ningún evento escolar. Ella amaba cantar en su casa, pero siempre se sentía insegura al hacerlo frente a otras personas.

-¿Te has inscrito para el concurso de canto? -preguntó su mejor amiga Ana. -No sé si debería hacerlo -respondió Sofía-. No tengo mucha experiencia y hay muchos otros estudiantes talentosos aquí. -Pero tú también eres muy buena -dijo Ana-.

Además, esta es tu oportunidad de mostrarle al mundo lo que puedes hacer. Sofía pensó en las palabras de su amiga y decidió darle una oportunidad al concurso. Sin embargo, cuando llegó el día del evento, sus nervios comenzaron a traicionarla.

Miraba a los demás estudiantes mientras ensayaban sus canciones y se sentía cada vez más pequeña e insignificante. Finalmente llegó su turno de subir al escenario.

Con manos temblorosas tomó el micrófono y empezó a cantar "Qué bonito" de Rosario Flores. Al principio estaba tan nerviosa que apenas podía mantener la voz estable, pero poco a poco fue ganando confianza y seguridad.

La multitud se sorprendió al escuchar su voz dulce y melodiosa, que llenaba el lugar de una energía positiva. Cuando terminó la canción, la multitud estalló en aplausos y Sofía se sintió abrumada por las emociones.

Había logrado algo que nunca antes había hecho: enfrentar sus miedos y demostrar su talento ante los demás. -¡Eso fue increíble! -dijo Ana mientras la abrazaba-. Sabía que podrías hacerlo. Sofía sonrió con lágrimas en los ojos.

Se sentía orgullosa de sí misma por haberse atrevido a participar en el concurso, y sabía que este era solo el comienzo de muchas otras oportunidades para demostrar su talento. Al final del día, los jueces anunciaron que el colegio Amigos había ganado el primer premio del concurso gracias a la actuación estelar de Sofía.

Todos los estudiantes celebraron emocionados y Sofía se sintió como si hubiera alcanzado las estrellas. Desde ese día en adelante, ella nunca volvió a dudar de sí misma ni de sus habilidades.

Aprendió que todos tenemos un talento especial dentro de nosotros, solo necesitamos tener confianza y creer en nosotros mismos para poder sacarlo a relucir.

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