Sofía, la bailarina soñadora
Había una vez una niña llamada Sofía, de tan solo 3 años, que tenía un sueño muy grande: convertirse en una bailarina de ballet profesional.
Desde que podía recordar, le encantaba ponerse su tutú rosa y sus zapatillas de punta para girar y saltar por toda la casa. Un día, los padres de Sofía decidieron inscribirla en una academia de danza para niños.
¡Ella estaba emocionadísima! Al entrar a su primera clase, se encontró con otras niñas y niños igual de entusiasmados que ella. La profesora, la señorita Ana, les dio la bienvenida con una sonrisa cálida y comenzaron a calentar juntos.
Sofía ponía toda su dedicación en cada movimiento, practicando con esfuerzo cada paso y cada pose. Aunque a veces se caía o se equivocaba, nunca se daba por vencida. "-¡Vamos Sofi! ¡Tú puedes hacerlo!" -le decían sus compañeros animándola. Con el tiempo, Sofía fue mejorando cada vez más.
Su flexibilidad aumentaba, su postura era más elegante y su expresión facial transmitía emociones profundas mientras bailaba. La señorita Ana notó el talento especial de Sofía y decidió darle un papel principal en el próximo espectáculo del fin de año.
La noche del gran evento llegó y el teatro estaba lleno de gente emocionada por ver a los pequeños bailarines en acción.
Cuando tocó el turno de Sofía salir al escenario, sintió mariposas en el estómago pero recordó todo lo que había practicado y respiró profundo. Al sonar la música clásica, Sofía empezó a moverse con gracia y delicadeza. Sus piruetas eran perfectas, sus extensiones impresionantes y su rostro irradiaba felicidad.
El público no podía apartar la mirada de aquella pequeña bailarina llena de pasión por lo que hacía. Al finalizar la presentación, el teatro estalló en aplausos y ovaciones para Sofía.
La señorita Ana se acercó a ella con una gran sonrisa y le dijo: "-¡Bravo Sofi! Eres una verdadera estrella en ascenso. " Desde ese día, Sofía supo que quería seguir trabajando duro para alcanzar su sueño de ser una bailarina profesional.
Con esfuerzo, perseverancia y amor por la danza logró convertirse en una reconocida bailarina internacionalmente conocida; pero sin olvidar nunca aquel primer espectáculo donde descubrió su pasión por el ballet.
FIN.