Sofía, la estrella de la guitarra


Palabras clave: niña, guitarra, pasión, plazaHabía una vez una niña llamada Sofía que tenía un gran amor por la música. Desde muy pequeña, le encantaba escuchar canciones y tararear melodías.

Pero su mayor deseo era poder tocar la guitarra. Sofía le pidió a sus padres que le compraran una guitarra para aprender a tocarla. Sin embargo, ellos no estaban de acuerdo. Decían que era demasiado joven y que debía esperar un poco más.

La pequeña Sofía se sentía triste y frustrada por no poder hacer realidad su sueño de aprender a tocar la guitarra. Pero ella no se rindió tan fácilmente.

Un día decidió salir a la plaza con su guitarra imaginaria y fingir que estaba tocando las más hermosas melodías. Mientras Sofía tocaba invisible en la plaza, algo mágico comenzó a suceder. La gente se detenía para escucharla y aplaudirla. Todos quedaban maravillados por el talento oculto de aquella niñita.

Un señor mayor llamado Don Manuel, quien solía pasar sus tardes en la plaza alimentando palomas, fue uno de los primeros en acercarse a Sofía después de haberla escuchado tocar invisible.

- ¡Eres increíble! ¿Por qué no te animas a tocar una canción real en mi vieja guitarra? -le propuso Don Manuel con entusiasmo. Sofía aceptó emocionada y agarró con delicadeza la antigua guitarra del señor Manuel.

A pesar de ser mucho más grande que ella, Sofía empezó a tocar con una facilidad asombrosa. Su pasión por la música se reflejaba en cada nota que salía de sus dedos. La noticia de la talentosa niña guitarrista se esparció rápidamente por toda la ciudad.

Cada día, Sofía iba a la plaza y sorprendía a todos con su destreza y entusiasmo al tocar. La plaza se llenaba de personas ansiosas por escucharla.

Incluso los padres de Sofía comenzaron a oír hablar sobre el prodigio musical que había aparecido en la plaza. Curiosos, decidieron ir a ver qué era lo que tanto admiraban las personas.

Cuando llegaron, no pudieron creer lo que veían: su hija Sofía tocando como toda una experta frente a un público emocionado y aplaudiendo sin cesar. - ¡Sofía! ¿Eres tú? -exclamó su mamá sorprendida. - Sí, mamá. Esta es mi pasión, tocar la guitarra -respondió Sofía con una sonrisa radiante.

Sus padres quedaron impresionados por el talento innato de su hija y también sintieron alegría al ver cómo disfrutaba haciendo lo que más amaba. Se dieron cuenta de que habían estado equivocados al negarle esa oportunidad. Desde ese día, los padres de Sofía apoyaron plenamente su sueño musical.

Le compraron una hermosa guitarra nueva y buscaron un profesor para que le enseñara todo lo necesario para perfeccionar su técnica. Sofía siguió visitando la plaza para tocar ante un público cada vez más grande y entusiasta.

Su música alegraba los corazones de todos y, a través de su talento, inspiraba a otros niños a seguir sus propias pasiones. La historia de Sofía nos enseña que nunca debemos renunciar a nuestros sueños, incluso cuando enfrentamos obstáculos.

Si seguimos luchando por lo que amamos, el mundo nos abrirá las puertas para brillar como nunca imaginamos. Y así fue como la niña guitarrista se convirtió en una estrella gracias a su pasión y perseverancia.

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