Sofía, la guardiana del bosque
Se llamaba Sofía y desde pequeña demostraba una valentía que sorprendía a todos en su pueblo. Siempre estaba lista para ayudar a los demás y no tenía miedo de enfrentarse a cualquier desafío que se presentara en su camino.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, escuchó unos gritos desesperados. Se acercó sigilosamente y vio que un grupo de animales del bosque estaba atrapado en una red tendida por unos cazadores furtivos.
Sin dudarlo ni un segundo, Sofía se lanzó a la acción para salvar a los indefensos animales. Corrió hacia los cazadores y les dijo con voz firme: "¡Suéltenlos ahora mismo! ¡No tienen derecho a hacerles daño!".
Los cazadores, sorprendidos por la valentía de la joven, decidieron soltar a los animales y huir antes de que las autoridades llegaran.
Los animales, agradecidos, rodearon a Sofía y le mostraron el camino hacia un antiguo árbol sagrado en lo más profundo del bosque. Allí, le revelaron que ella era la elegida para proteger el equilibrio de la naturaleza en el mundo. Sofía aceptó su misión con valentía y dedicación.
A partir de ese día, recorría el bosque cada mañana para asegurarse de que todo estuviera en armonía y ningún ser vivo sufriera injusticias. Un día, mientras patrullaba el bosque, se encontró con un lobo herido.
En lugar de huir asustada como muchos hubieran hecho, decidió cuidar al lobo hasta que sanara por completo. Esa acción no solo salvó la vida del lobo sino que también demostró una vez más la grandeza del corazón de Sofía.
"Gracias Sofía", dijo el lobo cuando finalmente pudo volver al bosque junto a sus compañeros. "No hay nada qué agradecer", respondió ella con humildad. "Eres realmente valiente y noble", agregó el lobo antes de desaparecer entre los árboles.
La fama de las hazañas de Sofía se extendió por todo el reino y pronto se convirtió en una leyenda viva. Pero ella seguía siendo la misma chica humilde y valiente que siempre había sido.
Y así, gracias a su valentía y bondad, Sofía logró cambiar no solo su destino sino también el destino de todos aquellos seres vivos que habitaban en armonía con ella en ese mágico bosque lejano.
FIN.