Sofía, la guardiana del bosque


Había una vez en un bosque encantado, una niña llamada Sofía. Sofía era una niña curiosa y valiente a la que le encantaba explorar cada rincón del bosque en busca de aventuras.

Un día, mientras caminaba entre los árboles, escuchó un suave llanto que venía de detrás de unos arbustos. Intrigada, se acercó sigilosamente y descubrió a un pequeño ciervo bebé atrapado entre las ramas.

El ciervo tenía grandes ojos marrones llenos de miedo y sus patitas temblaban sin parar. Sofía sintió compasión por el animalito y decidió ayudarlo. Con cuidado, desenredó al ciervo de las ramas y lo sostuvo en brazos.

El pequeño ciervo se calmó al sentir el calor y la ternura de Sofía. "-Tranquilo, todo va a estar bien", le susurró ella con dulzura. El ciervo miró a Sofía con gratitud y le dio un beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia el bosque.

Sorprendida por lo ocurrido, Sofía decidió seguir al ciervo para asegurarse de que llegara sano y salvo a su hogar.

Caminaron juntos durante horas hasta llegar a un claro donde se encontraba una majestuosa manada de ciervos liderada por un imponente macho alfa con enormes astas. El pequeño ciervo corrió hacia su madre, quien lo recibió con alegría y alivio.

La madre del pequeño ciervo miró a Sofía con gratitud y le dijo: "-Gracias por salvar a mi hijo, eres realmente valiente y bondadosa". Sofía sonrió tímidamente y respondió: "-Fue un honor poder ayudarlos". La manada de ciervos rodeó a Sofía en señal de agradecimiento y comenzaron a bailar en círculo alrededor de ella.

Sofía se rió felizmente mientras los seguía en su danza mágica bajo la luz dorada del atardecer. Desde ese día, los animales del bosque siempre acudían a Sofia cuando necesitaban ayuda o consuelo.

Y así, gracias a su valentía y amor por la naturaleza, Sofia se convirtió en la protectora del bosque encantado donde vivían en armonia todos sus amigos animals.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda que siempre es importante ser amable con todos los seres vivos porque nunca sabes cuándo podrías necesitar ayuda o encontrar un amigo inesperado como hizo Sofia aquel día mágico.

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