Sofía y el concurso de dibujo



Había una vez en una pequeña escuela de un barrio tranquilo, una niña llamada Sofía. Sofía era muy tímida y le costaba mucho trabajo hacer amigos.

Siempre se quedaba sola en el recreo, mirando a los demás niños jugar y divertirse juntos. Un día, la maestra anunció que iban a formar equipos para un concurso de dibujo. A Sofía le encantaba dibujar, así que decidió animarse y participar.

Pero cuando llegó el momento de formar los equipos, nadie la eligió. Se sintió triste y avergonzada. "¿Puedo unirme a ustedes?", preguntó tímidamente Sofía a un grupo de niños que estaban por empezar a dibujar juntos.

"Lo siento, pero ya estamos completos", respondió uno de ellos sin mirarla siquiera. Sofía se retiró en silencio y se sentó en su lugar, sintiendo un nudo en la garganta.

Pero entonces recordó algo que su abuela solía decirle: "En los momentos difíciles es cuando más debes demostrar tu valentía". Decidida a no darse por vencida, se levantó y fue hacia otro grupo de chicos que estaban buscando un último integrante para completar su equipo. "Hola, ¿puedo unirme a ustedes para el concurso?", preguntó Sofía con voz temblorosa.

Los chicos la miraron sorprendidos al principio, pero luego sonrieron y asintieron con entusiasmo. Estaban felices de tenerla en su equipo. Durante el concurso, Sofía compartió sus ideas creativas y trabajaron juntos armoniosamente.

Para sorpresa de todos, ¡ganaron el primer premio! Los otros niños la felicitaron emocionados y Sofía sintió como si hubiera encontrado finalmente su lugar en ese pequeño mundo escolar. A partir de ese día, Sofía ya no estaba sola en el recreo.

Los chicos del equipo se convirtieron en sus amigos y juntos vivieron muchas aventuras llenas de risas y diversión. Sofía aprendió que ser valiente no significaba no tener miedo, sino enfrentarlo y seguir adelante a pesar de todo.

Y así descubrió que la verdadera amistad comienza cuando nos atrevemos a abrir nuestro corazón a los demás.

FIN.

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