Sofía y el dragón verde


Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era aventurera y curiosa, siempre buscando nuevas emociones y descubrimientos.

Un día soleado, decidió adentrarse en el espeso bosque para explorar sus secretos. Sofía caminaba y caminaba sin darse cuenta de que había perdido el rumbo. Los árboles altos y frondosos parecían moverse a su alrededor, confundiéndola aún más.

Comenzó a sentir miedo y lágrimas brotaron de sus ojos. En ese momento, un ruido ensordecedor resonó por todo el bosque. Sofía se giró rápidamente y vio cómo salía humo de detrás de los árboles.

Se acercó con cautela hacia el origen del ruido y quedó asombrada al encontrarse con un enorme dragón verde.

El dragón miró a Sofía con ojos amables y le preguntó: "Pequeña niña, ¿qué haces sola en este peligroso lugar?"Sofía secó sus lágrimas y explicó que se había perdido mientras exploraba el bosque. El dragón sonrió gentilmente y dijo: "No te preocupes, yo puedo ayudarte a encontrar tu camino de regreso". Así comenzó la inesperada amistad entre Sofía y el dragón llamado Dante.

Juntos recorrieron senderos desconocidos mientras Dante volaba por encima del bosque guiando a Sofía hacia la salida. Mientras caminaban juntos, Dante le contaba historias fascinantes sobre el bosque y sus habitantes.

Le enseñó a Sofía cómo identificar plantas medicinales y frutas comestibles, así como a respetar la naturaleza y cuidar del medio ambiente. De repente, un ruido extraño resonó en el aire. Dante y Sofía se detuvieron para investigar de dónde provenía.

Descubrieron que un grupo de leñadores estaba talando árboles sin preocuparse por las consecuencias. Sofía sintió tristeza al ver cómo los árboles caían uno tras otro, dejando un gran vacío en el bosque. Decidió hablar con los leñadores y explicarles lo importante que era proteger la naturaleza.

Los leñadores escucharon atentamente las palabras de Sofía y comenzaron a comprender la importancia de su labor. Juntos, decidieron replantear los árboles talados y trabajar en proyectos de reforestación para asegurar que el bosque volviera a ser tan hermoso como antes.

Con su misión cumplida, Dante llevó a Sofía hasta las afueras del pueblo donde encontró a su familia esperándola con ansias. Llena de alegría, abrazó fuertemente al dragón mientras le daba las gracias por su inmenso apoyo.

Desde aquel día, Sofía se convirtió en una defensora del medio ambiente e inspiró a otros niños a amar y cuidar la naturaleza.

El bosque siempre tuvo un lugar especial en su corazón gracias al dragón Dante, quien demostró que incluso los seres más temidos pueden tener buenos corazones. Y así termina nuestra historia: una niña aventurera que se pierde en el bosque, pero gracias a la ayuda de un dragón amable, aprende valiosas lecciones sobre amistad, respeto y cuidado del medio ambiente.

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