Sofía y el libro de los mundos encantados



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era muy curiosa y le encantaba aprender cosas nuevas todos los días.

Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, encontró un libro muy antiguo y polvoriento tirado en el suelo. - ¡Qué tesoro he encontrado! -exclamó Sofía emocionada mientras soplaba el polvo del libro.

Al abrirlo, descubrió que era un libro mágico que la transportaría a diferentes mundos cada vez que lo leyera. Sorprendida, decidió comenzar a leerlo en ese mismo momento.

De repente, se vio envuelta en una brillante luz y cuando esta desapareció, se encontró en medio de un hermoso prado lleno de flores de colores vibrantes. - ¡Esto es increíble! -dijo Sofía maravillada.

En ese mundo mágico conoció a Luna, una hada amable que le explicó que cada página del libro la llevaría a un lugar diferente donde viviría aventuras emocionantes y aprendería valiosas lecciones. Luna le dijo a Sofía que su primera parada sería en el Día Mundial de la Concienciación sobre el Trastorno del Espectro Autista.

Sofía apareció entonces en un parque donde jugaban niños de todas las edades. Entre ellos había algunos niños con autismo que veían el mundo de manera diferente pero igualmente especial. Sofía aprendió a ser más comprensiva y empática con las diferencias de los demás.

En su siguiente viaje a través del libro, llegó al Día Mundial de la Actividad Física. Se encontró en un gimnasio donde niños y adultos se ejercitaban juntos y se divertían al aire libre.

Sofía comprendió lo importante que es mantenerse activo para cuidar nuestra salud física y mental.

Cada página nueva la llevaba a celebrar diferentes días importantes como el Día Mundial de la Salud, donde aprendió sobre la importancia de llevar hábitos saludables para vivir mejor; la Batalla de Rivas, donde descubrió la historia heroica de su país; el Día Mundial del Arte, donde desarrolló su creatividad; el Día de la persona indígena costarricense, donde valoró las tradiciones ancestrales; hasta llegar al Día Internacional del Libro.

En este último mundo mágico creado por las palabras escritas, Sofías entendió cuánto poder tienen los libros para transportarnos a lugares inimaginables sin movernos del sitio.

Agradecida por todas las enseñanzas recibidas durante sus viajes literarios, decidió compartir sus experiencias con todos aquellos que quisieran escucharla. Y así fue como Sofías se convirtió no solo en una gran lectora aventurera sino también en una narradora capaz de inspirar a otros a través de sus historias fantásticas llenas magia y aprendizaje. Fin

FIN.

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