Sofía y el Maravilloso Mundo de los Intentos
Sofía era una niña muy creativa y curiosa. Le encantaba dibujar y escribir su nombre, pero a veces se frustraba cuando las cosas no salían como ella quería. Un día, mientras intentaba hacer un dibujo, comenzó a llorar desconsoladamente.
-¿Qué te pasa, Sofía? -preguntó su mamá preocupada. -No puedo hacerlo bien, mamá, siempre me sale mal y me frustra -respondió Sofía entre sollozos.
Su mamá la abrazó y le dijo con cariño: -Sofía, lo importante no es que salga perfecto a la primera, lo importante es intentarlo y divertirte en el proceso. ¿Sabes qué? Vamos a hacer una actividad juntas. Ven, trae tu cuaderno de dibujo y tu lápiz. Sofía secó sus lágrimas y siguió a su mamá.
En el cuaderno, su mamá dibujó un círculo y le dijo: -Ahora intenta dibujar otro círculo igual al mío. Sofía lo intentó una y otra vez, y aunque no le salía exactamente igual, su mamá la animaba a seguir intentándolo.
Después, le propuso escribir su nombre. Sofía lo intentó una vez, dos veces, tres veces... y a la cuarta vez, lo logró.
¡Estaba tan feliz! A partir de ese día, Sofía entendió que la práctica y la perseverancia son clave para mejorar en lo que nos proponemos. Descubrió el maravilloso mundo de los intentos, donde cada esfuerzo la acercaba más a su objetivo.
A partir de entonces, Sofía se divirtió mucho más dibujando y escribiendo, y siempre recordaba las palabras de su mamá: lo importante no es el resultado final, sino el camino para llegar a él.
FIN.