Sofía y el misterio del dormitorio propio



Sofía era una niña muy especial. Tenía una gran imaginación y un corazón lleno de amor, pero también tenía un miedo que la atormentaba: no podía dormir en su propio dormitorio.

Las noches eran difíciles para ella, ya que siempre terminaba yendo a la habitación de sus padres en busca de consuelo y protección. Sus padres, preocupados por la situación, decidieron buscar una solución.

Un día, mientras paseaban por el parque, Sofía y sus padres se encontraron con un hada madrina. El hada, al notar la tristeza en los ojos de Sofía, le preguntó qué le sucedía. Con un suspiro, Sofía le contó sobre su dificultad para dormir sola.

El hada, con una sonrisa cálida, le dijo a Sofía que la ayudaría a superar su miedo. Le entregó un pequeño amuleto en forma de estrella y le dijo que cada noche, antes de dormir, debía cerrar los ojos, sostener el amuleto y pedir un deseo relacionado con su miedo.

Sofía siguió al pie de la letra las instrucciones del hada. La primera noche, cerró los ojos con fuerza, sostuvo el amuleto y pidió con valentía poder dormir tranquila en su dormitorio. Para su sorpresa, sintió una cálida sensación de paz.

La segunda noche, repitió el proceso, pidiendo ayuda para vencer el miedo. Los días pasaron y, poco a poco, Sofía empezó a sentirse más segura. Una noche, mientras sostenía el amuleto, se dio cuenta de que ya no sentía miedo.

Con una sonrisa de felicidad, corrió a contarles a sus padres sobre su logro. Desde entonces, Sofía pudo dormir plácidamente en su propio dormitorio.

El hada madrina había enseñado a Sofía que, a veces, los miedos solo necesitan un poco de valentía y magia para desaparecer. Y así, la niña especial con una gran imaginación y un corazón lleno de amor, demostró que era capaz de vencer cualquier obstáculo.

FIN.

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