Sofía y el misterio en Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Sofía que vivía con su mamá y su perrito Max.

Sofía era una niña muy valiente y curiosa, siempre lista para descubrir nuevos secretos en cada rincón del pueblo. Una tarde soleada, mientras paseaba por el parque con Max, Sofía vio a lo lejos a un hombre extraño que se acercaba lentamente hacia su mamá, quien estaba sentada en un banco leyendo un libro.

El hombre tenía una mirada fría y siniestra que hizo que Sofía sintiera un escalofrío recorrer su espalda. - ¡Max, tenemos que hacer algo! Ese hombre no parece ser bueno -exclamó Sofía preocupada.

Max ladró fuerte como si estuviera de acuerdo con Sofía y juntos se acercaron sigilosamente al banco donde estaba su mamá. Cuando llegaron, el hombre ya estaba justo frente a ella, con una sonrisa maliciosa en el rostro.

- ¿Necesita ayuda? -preguntó el hombre con voz grave y misteriosa. Sofía rápidamente se interpuso entre él y su mamá, protegiéndola con determinación. - Mi mamá no necesita nada de usted. Por favor, váyase -dijo Sofía con valentía.

El hombre la miró fijamente por unos segundos y luego soltó una risa tenebrosa que heló la sangre de Sofía. Sin decir palabra alguna, dio media vuelta y desapareció entre los árboles del parque.

Sofía abrazó a su mamá temblando de miedo pero aliviada de que todo hubiera terminado bien. Juntas regresaron a casa donde decidieron contarle todo a la policía para asegurarse de estar seguras.

Los días pasaron y el incidente quedó atrás, pero Sofía aprendió una lección importante: siempre debemos estar alerta ante personas desconocidas que puedan representar algún peligro. Además entendió la importancia de actuar rápido y valientemente ante situaciones difíciles.

Desde aquel día, Sofía se convirtió en la guardiana más valiente de Villa Esperanza, cuidando no solo a su familia sino también a todos los vecinos del pueblo. Y aunque recordaba aquella tarde con cierto temor, sabía que gracias a su valentia había logrado proteger a quienes más querían.

FIN.

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