Sofía y el poder de los sueños
Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en un pequeño pueblo en el campo. A Sofía le encantaban los animales, pero sobre todo soñaba con tener su propio pony.
Sin embargo, sus padres no tenían suficiente dinero para comprarle uno. Un día, mientras Sofía estaba jugando en el jardín de su casa, vio pasar a un grupo de niños montados en ponys.
Sus ojos se iluminaron de emoción y decidió acercarse a preguntarles cómo habían conseguido tener esos maravillosos animales. Sofía se acercó al grupo y les preguntó: "¡Hola! ¿Cómo hicieron para tener esos ponys?"Uno de los niños le respondió amablemente: "Nosotros participamos en el concurso de sueños mágicos.
Si ganas, puedes pedir cualquier cosa que quieras y se hará realidad". Sofía quedó sorprendida y emocionada al escuchar eso. Decidió preguntarles más detalles sobre este fascinante concurso.
Los niños le explicaron que cada año, durante la siesta del sábado próximo, todos los niños del pueblo tenían la oportunidad de participar. Llegado el sábado siguiente, Sofía esperaba ansiosa la hora de dormir la siesta para poder participar en el concurso de sueños mágicos y así cumplir su deseo de tener un pony.
Cuando finalmente llegó la hora indicada por los niños del grupo, Sofía se acostó en su cama y cerró los ojos fuertemente mientras repetía una y otra vez: "Quiero un pony... quiero un pony...
"De repente, empezaron a aparecer imágenes maravillosas en su sueño. Se vio a sí misma montando un hermoso pony blanco mientras cabalgaba por prados verdes y floreados.
Sofía sonreía de felicidad, sintiendo la brisa en su rostro y el latido del corazón del pony debajo de ella. Cuando Sofía despertó, se dio cuenta de que aún no tenía un pony, pero eso no la desanimó.
Sabía que había tenido una experiencia increíble en su sueño y estaba decidida a hacer todo lo posible para tener un pony en la vida real. Sofía comenzó a ahorrar cada centavo que le daban como regalo, vendió limonada los fines de semana e incluso ayudó a sus vecinos con pequeñas tareas para ganar dinero extra.
Después de mucho esfuerzo y dedicación, finalmente pudo ahorrar lo suficiente para comprar un pequeño pony. Llamó a su nuevo amigo —"Nube" porque era tan blanco y suave como una nube en el cielo.
Juntos, Sofía y Nube disfrutaron de aventuras mágicas explorando el campo todos los días. Un día, mientras paseaban cerca del río, vieron a un grupo de niños mirándolos con admiración desde lejos.
Uno de ellos se acercó tímidamente y preguntó: "¿Puedo montar tu pony?"Sofía sonrió amablemente y respondió: "¡Claro! Pero primero debes participar en el concurso de sueños mágicos". El niño quedó desconcertado al escuchar esto.
Sofía explicó cómo ella misma había participado en ese concurso especial para cumplir su deseo de tener un pony. A partir de ese día, Sofía y Nube invitaron a todos los niños del pueblo a participar en el concurso de sueños mágicos. Juntos, soñaron con aventuras increíbles y lograron cumplir sus deseos más profundos.
La niña que dormía la siesta para soñar con un pony había descubierto que los sueños pueden convertirse en realidad cuando uno trabaja duro, persevera y comparte su felicidad con los demás.
Y así, Sofía y Nube vivieron muchas aventuras extraordinarias junto a sus amigos del pueblo, demostrando que nunca es demasiado tarde para perseguir nuestros sueños y hacerlos realidad.
FIN.