Sofía y el Portal de la Oscuridad



Érase una vez en un pequeño pueblo llamado Encantia, vivía una valiente niña llamada Sofía. Sofía era curiosa y siempre buscaba aventuras emocionantes.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, descubrió un antiguo portal mágico escondido entre los árboles. Intrigada por la magia que emanaba de aquel portal, Sofía decidió atravesarlo sin pensarlo dos veces. Al otro lado del portal, se encontró en un mundo completamente diferente.

Todo estaba oscuro y sombrío, como si una nube negra cubriera el cielo. Mientras caminaba por ese extraño lugar, escuchó risas malvadas provenientes de detrás de unos arbustos. Siguiendo el sonido, encontró a un malvado mago oscuro llamado Morbicus.

Morbicus había estado atormentando a los habitantes de aquel mundo con sus hechizos malignos. Sofía no pudo evitar sentir compasión por aquellas personas asustadas y decidió enfrentar al mago oscuro para liberarlos de su tiranía.

"¡Morbicus! ¡Deja de hacerle daño a estas personas inocentes!" gritó valientemente Sofía. El mago oscuro se rió burlonamente y respondió: "Pequeña niña insolente, no puedes vencerme".

Pero Sofía no se dejó intimidar por las palabras del malvado mago y sacando fuerzas de su valentía interior dijo: "Puede que sea pequeña, pero tengo algo más poderoso que cualquier hechizo oscuro... ¡el amor y la bondad!"Con cada palabra que Sofía pronunciaba, el cielo comenzó a iluminarse y las sombras desaparecieron.

Los habitantes del mundo oscuro recuperaron su alegría y agradecidos se acercaron a Sofía para abrazarla. Morbicus, furioso por haber perdido su poder, intentó lanzar un último hechizo contra Sofía. Pero antes de que pudiera hacerlo, apareció una anciana sabia llamada Abigail.

Abigail era la guardiana del portal mágico y tenía el poder de controlar la magia buena. Con un movimiento de su mano, Abigail detuvo el hechizo del mago oscuro y lo encerró en una jaula mágica.

"Has demostrado ser una verdadera heroína, Sofía", dijo Abigail con orgullo. "Tu valentía y determinación han salvado este mundo". Sofía sonrió felizmente al darse cuenta de que había logrado su misión.

A partir de ese día, se convirtió en la protectora del portal mágico junto a Abigail, asegurándose de que ningún malvado volviera a atravesarlo. Y así fue como Sofía aprendió que no importa cuán pequeños o jóvenes seamos, siempre podemos hacer grandes cosas si tenemos coraje y creemos en nosotros mismos.

También descubrió que el amor y la bondad son armas mucho más poderosas que cualquier tipo de magia oscura.

Desde aquel día en adelante, Encantia vivió en paz gracias a la valentía de Sofía y todas las personas recordaban su historia como un ejemplo inspirador para nunca rendirse frente a las adversidades.

FIN.

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