Sofía y el rescate en el bosque


Sofía era una chica muy especial que vivía en una granja rodeada de animales a los que cuidaba con mucho amor y dedicación.

Todos los días se levantaba temprano para darles de comer, limpiar sus corrales y jugar con ellos. Un día, Sofía decidió ir a visitar a su amiga María, que vivía al otro lado del bosque. Antes de salir, revisó que todos los animales estuvieran bien atendidos y se aseguró de dejar comida suficiente para ellos.

Sin embargo, en su prisa por llegar a tiempo, olvidó su celular sobre la mesa de la cocina. - ¡Adiós chicos! Voy a visitar a María, vuelvo pronto - dijo Sofía mientras cerraba la puerta detrás de ella.

El camino hacia la casa de María era largo pero hermoso. El sol brillaba entre las ramas de los árboles y el canto de los pájaros llenaba el aire.

Sofía estaba feliz disfrutando del paseo cuando, de repente, escuchó un ruido extraño detrás de unos arbustos. - ¿Qué será eso? - se preguntó curiosa mientras se acercaba sigilosamente. Para su sorpresa, descubrió a un cazador furtivo acechando a un grupo de ciervos que pastaban tranquilamente en el bosque.

Sofía sintió miedo e indignación al ver cómo el cazador apuntaba con su rifle hacia los indefensos animales. Sin dudarlo un segundo, decidió actuar rápidamente para proteger a sus amigos del bosque.

Buscó una rama gruesa en el suelo y con valentía se abalanzó sobre el cazador golpeándolo en la pierna. - ¡Detente! ¡No puedes lastimar a estos animales! - gritó Sofía con determinación.

El cazador se sobresaltó ante la inesperada reacción de la joven y decidió huir del lugar dejando atrás su arma. Los ciervos escaparon asustados pero ilesos gracias a la valiente intervención de Sofía. - ¡Gracias por salvarnos! Eres nuestra heroína - dijeron los ciervos mientras desaparecían entre los árboles.

Sofía regresó a casa con el corazón lleno de alegría por haber defendido a sus amigos del bosque. Al llegar, encontró su celular donde lo había olvidado y vio varias llamadas perdidas de María preocupada por su ausencia.

- Hola Sofi, ¿dónde estabas? Estuve intentando comunicarme contigo - dijo María al contestar la llamada. - ¡Hola Maria! Perdón por no contestarte antes.

Tuve un pequeño contratiempo en el bosque pero ya estoy bien - respondió Sofía con una sonrisa en el rostro. María escuchó atenta la historia que le contaba Sofi sobre su encuentro con el cazador y quedó impresionada por su valentia y generosidad hacia los animales.

Desde ese día, Sofia se convirtió en una defensora activa del medio ambiente y junto a Maria crearon un refugio para animales rescatados donde pudieran vivir felices y seguros.

Y así fue como Sofia aprendió que cada acción cuenta cuando se trata de proteger a nuestros amigos del reino animal, demostrando que incluso las personas más jóvenes pueden marcar la diferencia si actúan con amor y valentia.

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