Sofía y el tesoro interior
En un pequeño pueblo llamado Alto Gállego, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era una niña curiosa, valiente y siempre estaba en busca de aventuras.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, encontró un mapa antiguo que mostraba un tesoro escondido en las montañas. - ¡Vaya! Esto parece emocionante. ¡Tengo que encontrar ese tesoro! - exclamó Sofía emocionada.
Decidida a descubrir el misterio del tesoro, Sofía se preparó con lo necesario para la expedición: una mochila con agua, comida y una linterna. Se adentró en las montañas siguiendo el mapa con determinación. El camino era empinado y lleno de obstáculos, pero Sofía no se rindió.
Después de horas de caminata, llegó a una cueva oculta detrás de una cascada. Con valentía, entró en la oscura cueva iluminando su camino con la linterna.
Al final del pasaje, encontró una sala llena de brillo y destellos: ¡había encontrado el tesoro! - ¡Increíble! Nunca imaginé que encontraría algo tan maravilloso - dijo Sofía asombrada. El tesoro consistía en antiguas monedas de oro y joyas preciosas que brillaban como estrellas en la oscuridad.
Pero lo más sorprendente fue lo que encontró al lado del tesoro: un pergamino con un mensaje escrito en letras doradas. "Quien encuentre este tesoro será recompensado con sabiduría y bondad eternas" - leyó Sofía en voz alta.
De repente, la sala se iluminó con una luz cálida y reconfortante. Sofía sintió cómo esa energía especial llenaba su corazón de amor y gratitud. Supo en ese momento que el verdadero tesoro no eran las riquezas materiales, sino los valores intangibles que llevamos dentro.
Regresando al pueblo con el pergamino en mano, todos los habitantes de Alto Gállego recibieron a Sofía con alegría y admiración por su valentía y generosidad al compartir la sabiduría obtenida del tesoro.
Desde ese día, Alto Gállego se convirtió en un lugar legendario donde todos buscaban descubrir sus propios tesoros interiores: la amistad sincera, la solidaridad inquebrantable y el valor para enfrentar los desafíos con coraje.
Y así fue como gracias a la valentia e inspiración de Sofìa, Alto Gàllego se transformò siendo conocido como "un lugar para quedarse", donde cada persona podìa encontrar algo ùnico e irreemplazable dentro de sì mismo.
FIN.