Sofía y el valiente encuentro
Había una vez una niña llamada Sofía que tenía 8 años y le encantaba jugar, correr y divertirse con sus amigos. Pero había algo que siempre la preocupaba y le daba mucho miedo: ir al dentista.
Sofía tenía la costumbre de cuidar muy bien sus dientes, los cepillaba después de cada comida y evitaba comer dulces en exceso.
A pesar de eso, cada vez que se acercaba la fecha de su visita al dentista, Sofía sentía un nudo en el estómago. Un día, mientras estaba jugando en el parque con su amiga Lucía, esta le contó sobre lo divertido que era ir al dentista. Lucía habló maravillas del consultorio del Dr.
Diente Feliz y cómo él hacía todo para que los niños no tuvieran miedo. "¡Sofía! Deberías venir conmigo a mi próxima cita al dentista", dijo emocionada Lucía. "¿En serio? No sé... Me da mucho miedo", respondió Sofía con temor en su voz.
Lucía entonces decidió animar a Sofía e ideó un plan para ayudarla a superar su miedo.
Juntas hicieron una lista de cosas divertidas que podrían hacer antes o después de la visita al dentista: ir a tomar helado después, jugar en el parque cercano o incluso llevar sus muñecas favoritas para mostrarles a ellas también cómo es ir al dentista. El día llegó y Sofía estaba nerviosa pero decidida a enfrentar su miedo. Cuando entraron al consultorio del Dr.
Diente Feliz, fueron recibidas por una simpática asistente dental llamada Romina. "¡Hola chicas! ¿Cómo están hoy?", saludó Romina con una sonrisa. "¡Hola! Estamos un poco nerviosas, pero queremos superar nuestro miedo", contestó Lucía valientemente.
Romina se acercó a Sofía y le explicó paso a paso todo lo que iban a hacer en la visita. Le mostró los aparatos dentales de una manera divertida y le explicó cómo cuidar sus dientes de manera adecuada.
También le contó sobre las historias graciosas que había escuchado de otros niños mientras estaban en el sillón del dentista. Sofía comenzó a sentirse más tranquila al escuchar todas las experiencias positivas de otros niños. De repente, su miedo empezaba a desvanecerse.
Cuando llegó el momento de sentarse en el sillón dental, Sofía decidió llevar consigo a su muñeca preferida, llamada Lola. La sostuvo fuertemente en su mano mientras el Dr. Diente Feliz revisaba sus dientes.
El doctor fue muy amable y paciente con Sofía, asegurándole que no iba a dolerle nada durante la visita. Mientras tanto, Lucía estaba al lado animándola y halagando su valentía. Al finalizar la visita, el Dr.
Diente Feliz felicitó a Sofía por ser tan valiente y le dio un pequeño premio por haber cuidado tan bien sus dientes. Sofía salió del consultorio con una gran sonrisa en su rostro y sintiéndose orgullosa de sí misma por haber superado su miedo.
Desde ese día, Sofía dejó atrás sus temores hacia el dentista y se convirtió en una defensora de la importancia de cuidar los dientes.
Compartió su experiencia con sus amigos y les contó lo divertido que puede ser ir al dentista cuando uno se siente seguro y confiado. Y así, Sofía aprendió que enfrentar nuestros miedos puede abrirnos puertas a nuevas experiencias y descubrimientos.
A partir de ese momento, no solo dejó atrás su miedo al dentista, sino que también se dio cuenta de lo valiente que podía ser en otras situaciones de la vida.
FIN.