Sofía y la Aventura en el Dentista



Sofía es una nena de 9 años que siempre se mantiene ocupada con sus juegos y aventuras. Pero había algo que le generaba un gran miedo: ir al dentista. Cada vez que su mamá le decía que tenían que visitar al Dr. Sonrisas, su dentista, Sofía se ponía nerviosa y empezaba a buscar excusas para no ir.

Un día, mientras estaba en la escuela, su amiga Ana le comentó lo divertido que fue su última visita al dentista.

"Sofía, tenés que probarlo, ¡es genial!" - dijo Ana emocionada.

"Pero, ¿y si me duele?" - respondió Sofía, encogiéndose de hombros.

"No duele, ¡solo es un pequeño zumbido!" - aseguró Ana.

Sofía decidió que tenía que enfrentar su miedo, así que le dijo a su mamá:

"Mamá, hoy no voy al dentista, estoy muy ocupada con mi tarea de matemáticas."

Su mamá la miró con comprensión y le comentó:

"Sofi, sé que tenés miedo, pero el Dr. Sonrisas solo quiere ayudarte a tener una sonrisa hermosa y sana."

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Sofía tuvo un sueño que la llevó a un mundo mágico donde las sonrisas vivían. Allí conoció a un hada llamada Brilli, que tenía una varita que hacía brillar todos los dientes del reino.

"Hola, Sofía!" - saludó Brilli. "Vine a decirte que no necesitas tener miedo del dentista. ¡Es el lugar donde las sonrisas cobran vida!"

Sofía, un poco confundida, preguntó:

"¿Cómo puede ser eso?"

"Cada vez que alguien va al dentista, reciben un toque mágico que hace que sus sonrisas se vean increíbles. Además, ¡el dentista tiene un secreto!" - dijo Brilli.

Sofía se intrigó y le pidió:

"¿Cuál es el secreto?"

El hada le respondió:

"Las herramientas del dentista no son aterradoras, son amigos que ayudan a los dientes. El taladro es solo un pequeño zumbido, y lo que parece un miedo es solo un señal de que tu sonrisa está lista para brillar."

A la mañana siguiente, Sofía se despertó entusiasmada con lo que había soñado y decidió que era hora de enfrentar su miedo. Al llegar al consultorio del Dr. Sonrisas, se encontró con un lugar lleno de colores, libros y juguetes. Su corazón latía rápido, pero recordaba las palabras de Brilli.

Cuando el Dr. Sonrisas la llamó, Sofía se acercó, y, con una voz temblorosa dijo:

"Hola, vengo a que me ayuden con mis dientes."

El dentista sonrió y le dijo:

"Eso es genial, Sofía. Hoy será un día divertido. ¡Vamos a ver cómo está tu sonrisa!"

Sofía se sentó en la silla, y el Dr. Sonrisas empezó a revisar sus dientes. Mientras lo hacía, hizo algunos trucos de magia con los instrumentos.

"Mirá, Sofía, este es el espejo mágico" - dijo mientras le mostraba el pequeño espejo. "Te ayuda a ver lo que pasa en tu boca."

Sofía rió al ver su reflejo y sintió que el miedo empezaba a desvanecerse. Luego, el Dr. Sonrisas encendió su taladro, y Sofía, recordando a Brilli, pensó en cómo lo que parecía aterrador podía ser divertido.

"¿Eso es lo que hace ruido?" - preguntó con curiosidad.

"Sí, pero no te preocupes. Es solo para asegurarnos de que tus dientes estén sanos y fuertes. Después de esto, podrás tener dulces de cumpleaños y sonreír sin preocupaciones. ¡Es como un mini viaje al spa para tus dientes!" - explicó el médico.

Al finalizar la consulta, Sofía se sintió orgullosa de sí misma. No solo había ido al dentista, sino que había disfrutado la experiencia.

"Gracias, Dr. Sonrisas. ¡Fue genial!" - exclamó ella.

El dentista sonrió y le dio un pequeño sticker de recompensa: un lindo dibujo de una sonrisa feliz.

Al volver a casa, Sofía corrió a contarle a Ana lo que había vivido.

"¡Fui al dentista y no me dio miedo!" - dijo, llenándose de alegría.

"Te dije que era divertido, ¡bienvenida al club de las valientes!" - respondió Ana.

Esa noche, antes de dormir, Sofía sonrió al mirar su sticker y pensó en Brilli, el hada de las sonrisas. Y así, decidió que sería embajadora de las sonrisas saludables entre sus amigos, mostrando que no hay que tener miedo de ir al dentista, porque cada visita es una oportunidad de lucir una sonrisa brillante y sana.

FIN.

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