Sofía y la defensa de la democracia



En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era muy curiosa y siempre se preguntaba por qué las cosas eran como eran.

Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, se encontró con su abuelo, Don Juan. "Abuelo, ¿por qué en este país hay democracia?", preguntó Sofía. Don Juan sonrió y le dijo: "Sofía, hace 40 años que recuperamos nuestra democracia después de muchos años de dictadura.

La gente luchó mucho para conseguirlo". "¿Cómo lo hicieron?", preguntó la niña. "Fue gracias a la valentía de muchos hombres y mujeres que salieron a las calles a protestar pacíficamente contra el gobierno autoritario", explicó el abuelo.

Sofía se quedó pensando en eso durante varios días. Quería saber más sobre esa época tan importante en la historia del país.

Un día, mientras paseaba por el centro del pueblo, vio una exposición en la plaza principal sobre los 40 años de democracia. Allí había fotografías antiguas y carteles que mostraban cómo fue ese proceso de lucha por la libertad.

De repente, escuchó un grito desesperado de una señora mayor que estaba intentando cruzar la calle pero no podía hacerlo porque los autos pasaban muy rápido. Sofía corrió hacia ella para ayudarla y juntas lograron cruzar la calle con seguridad.

La señora le agradeció efusivamente a Sofía por su ayuda y luego le contó que ella también había sido parte de aquellos tiempos difíciles cuando lucharon por recuperar su libertad y su derecho a elegir a sus gobernantes.

"Gracias a la democracia, podemos expresar nuestras ideas libremente y tenemos la oportunidad de votar por quienes consideramos que pueden gobernar mejor el país", dijo la señora. Sofía comprendió entonces que la democracia no es algo que se da por sentado, sino que hay que cuidarla y defenderla cada día.

A partir de ese momento, decidió involucrarse en actividades comunitarias para ayudar a su pueblo y así honrar el legado de aquellos hombres y mujeres valientes que lucharon por recuperar su libertad.

Y así, gracias a esa experiencia, Sofía aprendió sobre los valores fundamentales de nuestra sociedad: la libertad, el respeto hacia los demás y la importancia del compromiso ciudadano en una democracia.

FIN.

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