Sofía y la infusión mágica
Había una vez una nena llamada Sofía que tenía un problema: no podía dormir por la noche debido a su fuerte tos. Cada vez que intentaba cerrar los ojos, comenzaba a toser y eso le impedía descansar.
Sofía estaba muy cansada durante el día y no podía prestar atención en clase, jugar con sus amigos o hacer las cosas que más le gustaban. Sus padres estaban preocupados por ella y no sabían qué hacer para ayudarla.
Un día, mientras caminaban por el parque, se encontraron con un anciano muy sabio que les preguntó qué les pasaba.
Los padres de Sofía explicaron la situación y el anciano les dijo:"Tengo una idea para ayudar a Sofía a dormir mejor. Pero necesitamos la ayuda de todos". Los padres de Sofía aceptaron y el anciano los llevó a un jardín mágico donde había plantas especiales que podrían curar la tos de Sofía.
"Estas plantas tienen poderes curativos", dijo el anciano. "Pero necesitamos recolectarlas todas juntas para preparar una infusión especial". Así comenzó la aventura de recolectar las plantas junto con otros personajes del cuento como animales del bosque y hadas del jardín mágico.
Cada uno tenía habilidades diferentes para encontrar las plantas ocultas entre los árboles y arbustos. La liebre corría rápidamente para atrapar las hojas altas, mientras que la mariposa volaba entre los pétalos buscando flores especiales.
Finalmente, después de muchas horas de búsqueda, lograron recolectar todas las plantas necesarias para hacer la infusión curativa. "Ahora solo tenemos que preparar la infusión", dijo el anciano. "Pero necesitamos que Sofía participe también". Sofía se unió al grupo y juntos prepararon la infusión mágica.
Todos los personajes del cuento soplaron sobre la infusión para darle su energía y poder curativo. Finalmente, cuando todo estuvo listo, Sofía tomó un sorbo de la infusión y se sintió mejor inmediatamente.
"¡Wow! ¡Me siento mucho mejor!", exclamó feliz Sofía. Esa noche, por primera vez en mucho tiempo, Sofía pudo dormir sin toser gracias a la ayuda de todos sus amigos del cuento.
Desde ese día en adelante, Sofía aprendió lo importante que es trabajar juntos y ayudarse mutuamente para superar los problemas. Y así vivieron felices para siempre.
FIN.