Sofía y la merienda sorpresa


Sofía era una niña muy amable y siempre estaba lista para recibir a sus invitados en casa. Un día, sus amigos llegaron de sorpresa y ella no tenía nada preparado para ofrecerles de merienda. Sofía les dio la bienvenida con una sonrisa, pero en su corazón se sentía mal por no tener nada para ofrecerles. Decidió que nunca más viviría ese momento vergonzoso, así que se puso manos a la obra.

Sofía habló con sus padres y les pidió ayuda para aprender a cocinar. Ellos se sintieron orgullosos de la determinación de su hija y se pusieron manos a la obra. Juntos, cocinaron galletas, muffins, sándwiches y prepararon una mesa hermosa con una gran variedad de golosinas. Sofía aprendió a cocinar con alegría, compartiendo momentos divertidos y saboreando los resultados deliciosos de su arduo trabajo.

Un día, sus amigos volvieron a sorprenderla con una visita inesperada. Esta vez, Sofía estaba preparada: los recibió con una mesa llena de delicias caseras y una gran sonrisa. Los amigos de Sofía se sorprendieron y felicitaron por lo deliciosa que estaba la merienda. Sofía estaba radiante de felicidad. Desde ese día, Sofía se convirtió en la anfitriona perfecta, siempre lista para recibir a sus amigos con una calurosa bienvenida y una mesa llena de delicias. Nunca más tuvo que pasar vergüenza por no estar preparada, y sus amigos siempre disfrutaban de su hospitalidad y de la comida deliciosa que preparaba con tanto amor.

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