Sofía y los 4 pollitos



Había una vez una niña llamada Sofía que vivía en una granja. Un día, Sofía encontró cuatro huevos en el gallinero. Los cuidó con mucho cariño y, poco a poco, los huevos empezaron a romperse.

Del primer huevo salió un pollito amarillo, del segundo un pollito blanco, del tercero un pollito negro y del cuarto un pollito marrón. Sofía los cuidaba todos los días y los pollitos se convirtieron en sus mejores amigos.

Un día, los pollitos se escaparon del corral y Sofía tuvo que buscarlos por toda la granja. ¿Dónde estarán los pollitos? -se preguntaba Sofía preocupada. Buscó en el establo, en el huerto y en el campo, pero no los encontraba.

Finalmente, los halló escondidos debajo de un árbol. Los regañó un poquito, pero luego les dio un gran abrazo. Los pollitos aprendieron que no debían alejarse sin avisar. Desde entonces, estuvieron más atentos y nunca volvieron a escaparse.

La moraleja de esta historia es que la amistad y el cuidado mutuo son muy importantes. Sofía y los pollitos aprendieron que siempre es mejor estar juntos y cuidarse unos a otros.

FIN.

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