Sofía y los trenes de pasajeros



Había una vez en un pequeño pueblo de México, una niña llamada Sofía. Ella vivía con su mamá y siempre había soñado con viajar en tren.

Su papá, que ya no estaba con ellos, solía ser ferrocarrilero y Sofía lo acompañaba en sus travesías cuando era muy pequeña. A medida que crecía, Sofía se daba cuenta de que los trenes de pasajeros habían desaparecido en México y eso la entristecía mucho.

Aunque amaba su país, anhelaba poder cumplir su sueño de viajar en tren como lo hacía cuando era niña. Un día, mientras caminaba por el centro del pueblo, vio un cartel enorme anunciando "¡Gana la lotería y cumple tus sueños!".

Sofía se sintió emocionada e imaginó todas las cosas maravillosas que podría hacer si ganara ese premio. Decidió comprar un boleto de lotería con el último dinero que tenía ahorrado.

Cerró los ojos y deseó con todas sus fuerzas que su sueño se hiciera realidad. Pasaron los días y finalmente llegó el momento del sorteo. Sofía estaba nerviosa mientras escuchaba atentamente los números anunciados uno por uno. Y entonces... ¡sí! ¡Ganó la lotería! Sofía no podía creerlo.

Estalló de alegría y comenzó a planear cómo iba a hacer realidad su gran sueño: viajar en tren. Pero pronto se dio cuenta de que México aún no tenía trenes de pasajeros.

Triste pero decidida a no rendirse, decidió investigar sobre otros países donde sí existían trenes de pasajeros. Descubrió que en Argentina, un hermoso país al sur del continente, había una gran red ferroviaria y muchos destinos increíbles para explorar.

Sofía decidió que utilizaría su premio de lotería para viajar a Argentina y cumplir su sueño. Se despidió de su mamá emocionada pero con el corazón lleno de nostalgia por dejar atrás su hogar.

Cuando llegó a Argentina, Sofía se maravilló con la belleza de los paisajes y la modernidad de los trenes. Comenzó a viajar por todo el país, visitando ciudades históricas y disfrutando de los trayectos en tren.

Cada vez que subía a uno, recordaba con cariño las aventuras junto a su papá cuando era pequeña. Un día, mientras estaba sentada en un vagón observando el paisaje pasar rápidamente por la ventana, Sofía notó algo extraño. Un grupo de personas estaba hablando sobre un proyecto para reintroducir los trenes de pasajeros en México.

La emoción invadió el corazón

FIN.

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