Sofía y sus tres amigos del bosque



Había una vez una niña llamada Sofía, que vivía en un pequeño pueblo al borde de un gran bosque. Sofía era aventurera y le encantaba explorar la naturaleza.

Un día, se armó de valor y decidió adentrarse en el bosque, con su mochila llena de galletas y su cantimplora de agua. nnMientras caminaba, el sol brillaba a través de las hojas de los árboles, creando sombras danzantes en el suelo.

Sofía escuchó el canto de los pájaros y el susurro del viento. De repente, en un claro del bosque, vio a tres animales que parecían estar en una conversación animada.

nnUno de ellos era un conejo blanco llamado Benjamín, otro era una ardilla traviesa llamada Lila, y el tercero, un búho sabio llamado Horacio. nn"¡Hola!" –dijo Sofía, entusiasmada. – "¿Qué están haciendo aquí? —"nn" ¡Hola, Sofía!" –respondió Benjamín–. "Estamos organizando una carrera. Pero necesitamos un cuarto participante, ¿te gustaría unirte? —"nn" ¡Claro! Suena divertido", contestó Sofía, sonriendo.

nnLila, que era muy inquieta, saltó emocionada. – "¡Vamos a hacerlo! Pero antes, debemos entrenar un poco. ¿Quién está listo para un reto?"nnSofía pensó que sería genial, así que comenzó a practicar saltos y carreras junto a sus nuevos amigos.

Pero, mientras entrenaban, un gran problema se presentó. Horacio, el búho, tuvo que interrumpir el juego. nn"¡Alto, amigos!" –dijo Horacio con su voz profunda. – "He notado algo extraño en el bosque. No hay mariposas volando, y además, los árboles están más tristes.

Creo que hay algo que no está bien. Debemos investigarlo primero."nnSofía, aunque quería seguir jugando, asintió con la cabeza. – "Tienes razón, Horacio. La naturaleza es muy importante. Vamos a averiguar qué sucede."nnLos

cuatro amigos se pusieron en marcha, explorando el bosque y preguntando a otros animales si habían notado algo diferente. Una tortuga les comentó: nn"He visto a algunos humanos dejando basura cerca del lago. Eso puede estar afectando a los insectos y plantas.—"nn" ¿Basura?" –preguntó Sofía, preocupada.

– "¿Qué podemos hacer? —"nn" Juntar la basura y hacer limpieza en el bosque, es nuestra mejor opción," sugirió Lila, con energía. nnAsí, Sofía y sus amigos decidieron organizar un día de limpieza.

Invitaron a otros animales y también a los niños del pueblo para que se unieran a la causa. Se prepararon con bolsas y guantes, y ese fin de semana, todos se reunieron en el bosque. nn"¡Vamos, amigos!" –gritó Sofía, animando a los grupos.

– "Hoy es un gran día para ayudar a nuestra casa, el bosque!"nnMientras recolectaban la basura, Sofía se dio cuenta de que todos estaban muy motivados y felices de trabajar juntos.

Benjamín, Lila y Horacio fueron grandes aliados, y empezaron a contar a otros animales sobre la importancia de cuidar su hábitat. nnAl final del día, lograron llenar varias bolsas de basura. Todos se sentían cansados, pero muy satisfechos.

Horacio observó los árboles y dijo: nn"Miren, amigos, los árboles parecen más felices ahora que hemos limpiado. ¡Hemos hecho una gran diferencia! —"nn" Y también, somos más amigos que antes", agregó Lila mientras daba saltitos de alegría. nnSofía sonrió, sintiéndose orgullosa de haber hecho algo bueno por la naturaleza.

nn"Prometamos cuidar siempre de nuestro bosque" –propuso Sofía. – "Así podremos seguir teniendo aventuras juntos."nnTodos asintieron, felices de haber vivido esa experiencia. Juntos, habían aprendido que cuidar del medio ambiente no solo es responsabilidad de unos pocos, sino de todos.

Al final, no solo salvaron el bosque, sino que también encontraron grandes amigos en el camino. nnDesde ese día, Sofía y sus amigos continuaron sus aventuras, siempre atentos a cuidar la naturaleza.

Y así, el bosque volvió a florecer y a ser un lugar alegre, lleno de vida y diversión.

FIN.

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