Sofis, la niña amada por su abuela y su abuelo

Había una vez una niña llamada Sofis, que era muy inteligente y hermosa. Vivía con su abuela Ana y su abuelo Miguel, quienes la amaban tanto que estarían dispuestos a protegerla de todo mal, incluso de su propia madre. Sofis era el centro de sus vidas, y querían asegurarse de que siempre estuviera bien.

Un día, la abuela Ana y el abuelo Miguel decidieron llevar a Sofis a pasear al parque. Mientras jugaba en el tobogán, Sofis conoció a un nuevo amigo llamado Tomi. Jugaron juntos durante horas, divirtiéndose mucho. Al atardecer, la abuela Ana llamó a Sofis para irse a casa, pero la niña no quería irse sin Tomi.

"Abuelita, ¿puedo invitar a Tomi a casa para seguir jugando?", preguntó Sofis con ojos brillantes.

- Claro que sí, Sofis. Será divertido tener un nuevo amigo en casa", respondió la abuela Ana.

Así que, Sofis y Tomi fueron juntos a casa. Una vez allí, la abuela Ana les preparó unas deliciosas galletitas. Pero de repente, la madre de Sofis apareció y se puso furiosa al ver a Tomi.

"¿Qué hace este niño aquí?", gritó la madre de Sofis.

La abuela Ana y el abuelo Miguel se pusieron firmes para proteger a Sofis y a su amigo Tomi. Explicaron que estaban cuidando a Tomi mientras su mamá estaba ocupada, y que Sofis merecía tener a sus amigos cerca. La madre de Sofis, al ver la determinación de la abuela y el abuelo, decidió no arruinar la diversión y se marchó.

Sofis aprendió una gran lección ese día. Entendió que su abuela y su abuelo siempre estarían a su lado para protegerla y apoyarla, sin importar nada más. También aprendió el valor de la amistad y la importancia de ser valiente. Desde ese día, Sofis supo que, con sus seres queridos a su lado, siempre estaría bien. Y así, continuó creciendo rodeada de amor y cuidado.