Sonia y la Importancia de la Precaución
En una pequeña oficina en el centro de la ciudad, había una secretaria llamada Sonia, quien era muy dedicada a su trabajo. Cada día, se encargaba de organizar documentos y atender a los visitantes, siempre con una gran sonrisa. Pero a veces, se olvidaba de cuidar de sí misma mientras estaba inmersa en sus tareas.
Un día soleado, Sonia había pasado toda la mañana revisando papeles y atendiendo llamadas, olvidando por completo que tenía muchas ganas de ir al baño.
"Ay, ¿por qué no fui antes?" - pensó Sonia, mientras miraba el reloj.
La hora de almuerzo se acercaba y decidió que no podía esperar más. Apenas abrió la puerta de su oficina, comenzó a correr hacia el baño. Pero mientras corría por el pasillo, no se dio cuenta de que el conserje, el Sr. Juan, estaba limpiando el suelo justo en ese momento.
"¡Sonia, cuidado! El piso está mojado!" - gritó el Sr. Juan.
Pero fue demasiado tarde. Sonia se resbaló y cayó al suelo, golpeándose la rodilla.
"¡Ay!" - exclamó mientras se sobaba la pierna adolorida.
El Sr. Juan corrió hacia ella y la ayudó a levantarse.
"Lo siento mucho, Sonia. Debí haber puesto una señal de alerta." - dijo el Sr. Juan, preocupado.
"No te preocupes, Juan. Yo debería haber prestado más atención también. Estaba tan apurada que no miré el piso." - explicó Sonia, sintiéndose un poco avergonzada.
Ese mismo día, mientras Sonia descansaba con una bolsa de hielo sobre la rodilla, tuvo una idea. Se sentó en su escritorio con una hoja en blanco y comenzó a escribir. Unas horas más tarde, reunió a todos en la oficina para compartir su propuesta.
"Quiero hablarles sobre la importancia de la seguridad en el trabajo, y de cómo pequeñas cosas pueden ayudarnos a prevenir accidentes. Propongo que hagamos un tablero de seguridad donde todos podamos informar sobre áreas que puedan ser peligrosas." - dijo Sonia con entusiasmo.
Los compañeros la miraron con atención.
"Me parece una gran idea, Sonia. Así podemos mantenernos todos alertas y cuidar los unos de los otros." - comentó Laura, una colega de trabajo.
"Sí, y además podemos tener un espacio donde todos podamos dejar sugerencias de seguridad.» - agregó Fernando, el jefe del equipo.
Todos aplaudieron la iniciativa de Sonia y empezaron a trabajar en el tablero de seguridad. Con mucho entusiasmo, se propusieron poner señales en lugares peligrosos y asegurarse de que todos estuvieran al tanto de los riesgos en la oficina.
Con el tiempo, la oficina se volvió un lugar más seguro y todos aprendieron a prestar más atención a su entorno. Sonia, por su parte, también aprendió que cuidar de sí misma era importante, y nunca más se olvidó de ir al baño cuando lo necesitaba.
Así, un pequeño accidente se transformó en una gran oportunidad para mejorar la seguridad en la oficina y fortalecer la camaradería entre los compañeros. Desde entonces, Sonia siempre recordaba que la precaución era fundamental en cualquier lugar, y que a veces, los pequeños gestos podían evitar grandes problemas.
Y así, la oficina se convirtió en un lugar más feliz y seguro para todos, gracias a la valentía y la iniciativa de Sonia, la secretaria que aprendió a cuidar de sí misma y de sus compañeros.
Y, claro, Sonia nunca olvidó colocar la señal que decía: "Piso mojado. Cuidado" cuando alguien estaba limpiando.
Fin.
FIN.