Sonia y la Vicuña



Sonia era una niña curiosa que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Todo el tiempo miraba por la ventana de su habitación, soñando con aventuras y criaturas mágicas. Un soleado día, decidió explorar más allá de los límites del pueblo. Con su mochila llena de provisiones y su fiel perro, Tobi, partió hacia la montaña.

Mientras caminaba por un sendero cubierto de flores, escuchó un ligero susurro. Decidió acercarse y, para su sorpresa, se encontró frente a una hermosa vicuña. Su pelaje era suave como la seda y sus ojos brillaban como estrellas.

"Hola, pequeña amiga" - dijo Sonia, asombrada por la majestuosidad del animal.

"Hola, Sonia" - respondió la vicuña con una voz suave. "Soy Vicky. He estado observándote desde hace tiempo. Eres una niña muy especial de corazón valiente".

Sonia no podía creer que una vicuña pudiera hablar, pero sintió que Vicky decía la verdad. Después de todo, ¿cuántas veces había seguido su intuición para comenzar aventuras?"¿Qué haces aquí tan sola, Vicky?" - preguntó Sonia, intrigada.

"Vivo en estas montañas y cuido de mi manada. Pero hoy tengo un problema. Un grupo de cazadores está cerca y necesitan ayuda para que no nos atrapen" - explicó Vicky con preocupación.

Sonia sintió que su corazón latía fuerte. "¿Qué puedo hacer para ayudar?".

"Necesito que uses tu ingenio. Los cazadores están en el bosque al este de aquí. Si logramos confundirlos, podremos salvar a todos" - sugirió Vicky.

Sonia pensó mucho y tuvo una idea. "Podemos hacer un ruido fuerte y correr en direcciones diferentes para distraerlos. ¡Yo puedo gritar y Tobi puede ladrar!"

Vicky sonrió. "¡Esa es una gran idea! Vamos a prepararnos".

Juntas, se fueron hacia el bosque. Cuando llegaron, podían ver sombras de los cazadores asomándose entre los árboles. Sonia respiró hondo y gritó con todas sus fuerzas, "¡Ayuda! ¡Aquí!".

Al mismo tiempo, Tobi ladraba con entusiasmo, atrayendo la atención de los cazadores.

Sonia y Vicky comenzaron a correr en diferentes direcciones, saltando entre las ramas y piedras. Los cazadores, confundidos por el ruido, se dividieron en varias partes, tratando de seguir las voces.

"¡Vamos! ¡No te detengas!" - exclamó Vicky.

Mientras tanto, Sonia descubrió que los cazadores se iban alejando y empezó a sentir que estaban ganando.

"¡Lo estamos logrando, Vicky!" - dijo Sonia mientras corría.

Por fin, los cazadores decidieron abandonar la búsqueda, frustrados por no poder atrapar a la vicuña. Al ver esto, Sonia y Vicky se escondieron detrás de un arbusto hasta que todo se calmó.

"¡Lo logramos!" - gritó Sonia emocionada.

"Sí, lo hicimos gracias a tu valentía y a la ayuda de Tobi. ¡Eres una verdadera heroína!" - respondió Vicky, saltando de alegría.

Desde ese día, Sonia y Vicky se hicieron grandes amigas. Cada vez que Sonia iba a las montañas, pasaban horas charlando, explorando y compartiendo historias.

"Nunca subestimes el poder de tu voz y tu ingenio, Sonia. Siempre puedes hacer la diferencia, no importa cuán grande o pequeña seas" - le decía Vicky con cariño.

Así, Sonia aprendió que ante los desafíos, el trabajo en equipo y la valentía son clave. Y con cada visita a su amiga, se llenó de nuevas enseñanzas sobre la naturaleza y la importancia de cuidar a los animales que habitan en ella.

Sonia se convirtió en una defensora del medio ambiente y con el tiempo, organizó talleres en su escuela para educar a otros niños sobre la protección de la fauna. Junto a Vicky, haría todo lo posible para que su montaña siempre estuviera a salvo.

Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

FIN.

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