Sparki y la magia de ser diferente


En un mágico bosque encantado, vivía Sparki, un unicornio blanco que destacaba entre los demás por su falta de colores. En la escuelita de unicornios, sus compañeros se burlaban de él por ser diferente.

Un día, luego de soportar muchas burlas, Sparki regresó a casa con el corazón lleno de tristeza.

Su mamá unicornio notó su desánimo y decidió emprender un viaje en busca de la flor del arcoíris, una flor especial que podía otorgarle a Sparki todos los colores del mundo. El viaje era largo y peligroso, pero la valiente mamá unicornio estaba decidida a encontrar la flor para hacer feliz a su hijo.

Recorrió montañas nevadas, cruzó ríos caudalosos y enfrentó criaturas mágicas que intentaban detenerla. Finalmente, después de muchas aventuras, llegó al Valle de las Maravillas donde crecía la preciada flor del arcoíris. Con cuidado y amor, la mamá unicornio recogió una pequeña semilla y regresó al hogar junto a Sparki.

Al llegar, sembraron la semilla en el jardín y esperaron con paciencia. Días después, una hermosa flor multicolor brotó ante sus ojos maravillados. La mamá tomó una pétalo y lo acercó a Sparki. "Cierra los ojos", le dijo con ternura.

Sparki obedeció y sintió cómo el pétalo le tocaba su frente. Al abrir los ojos, se sorprendió al ver reflejados en él todos los colores del arcoíris. "¡Mamá! ¡Soy colorido!", exclamó emocionado.

La mamá sonrió orgullosa y abrazó a su hijo. "Siempre fuiste especial, querido Sparki. Ahora todos podrán verlo también". Desde ese día, Sparki ya no era el unicornio blanco sin colores; ahora brillaba con tonos brillantes que resaltaban su belleza única.

En la escuelita, sus compañeros lo miraron maravillados y aprendieron que ser diferente era algo hermoso. La historia de Sparki inspiraba a todos a aceptar las diferencias y valorar lo especial que cada uno es en su interior.

Y así, en el bosque encantado reinaba la alegría y el respeto hacia todos sus habitantes mágicos. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero nunca olvides: ¡la verdadera magia está en ser uno mismo!

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