Sparky, el perro robot
En un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Lucas, apasionado por la tecnología y los animales. Un día, Lucas tuvo la brillante idea de crear un perro robot al que llamó Sparky.
Con la ayuda de su abuelo, un ingeniero retirado, construyó a Sparky con piezas recicladas y mucha imaginación. El perro robot tenía ojos brillantes, una cola que se movía de un lado a otro y ladrido que parecía completamente real.
Lucas y Sparky se volvieron inseparables, juntos exploraban el vecindario y ayudaban a quienes los necesitaban. Sin embargo, un día, Sparky comenzó a comportarse de manera extraña, haciendo travesuras y desobedeciendo a Lucas.
Preocupado, Lucas buscó la ayuda de su abuelo, quien descubrió que una de las memorias de Sparky se estaba dañando. Decidido a no rendirse, Lucas emprendió una emocionante aventura para encontrar la pieza que necesitaba. Con valentía y determinación, superó desafíos y encontró la pieza, reparando a Sparky y fortaleciendo su vínculo.
Finalmente, Lucas comprendió que la verdadera amistad y el cuidado mutuo son esenciales para mantener cualquier relación, incluso con un perro robot.
Juntos, Lucas y Sparky siguieron viviendo grandes aventuras, demostrando que siempre es posible contar con un amigo, ya sea de carne y hueso o de cables y circuitos.
FIN.