¡Batman y la Desaparición de los Batimóviles!
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¡Batman y la Desaparición de los Batimóviles!

Based on: Batman descubrio que los villanos le robaron sus coches

En la Batcueva, todo parecía tranquilo. Batman revisaba sus batarangues, Robin practicaba sus acrobacias y Alfred preparaba un delicioso bat-sándwich de pepinillo. De repente, la alarma sonó con fuerza. ¡WIIIIUUUU! ¡WIIIIUUUU!

Batman corrió hacia la Batcomputadora. "¿Qué ocurre, Alfred?", preguntó con voz grave.

Alfred, con su característico acento inglés, respondió: "Amo Bruce, temo informarle que... ¡todos sus batimóviles han desaparecido!"

Batman se quedó boquiabierto. ¡Imposible! ¿Quién se atrevería a robar los batimóviles? Eran los vehículos más seguros y sofisticados de Ciudad Gótica. Rápidamente, Batman y Robin se pusieron sus trajes y saltaron al Batimovil… ¡espera! No había Batimovil.

"¡Santo cielo, Batman!", exclamó Robin. "¡Alfred tiene razón! ¡Todos se han ido!"

Batman frunció el ceño. Tenía un mal presentimiento. Esto no era obra de un simple ladrón. Esto era cosa de un villano, ¡y uno muy astuto!

"Alfred, rastrea la señal de GPS de los batimóviles", ordenó Batman. "Deben estar en algún lugar de la ciudad".

Alfred tecleó rápidamente en la Batcomputadora. "Amo Bruce, parece que se dirigen… ¡hacia la antigua fábrica de juguetes!"

La antigua fábrica de juguetes era un lugar abandonado y tenebroso, perfecto para esconder secretos... ¡y batimóviles robados! Batman y Robin, sin su fiel Batimovil, tuvieron que recurrir a un medio de transporte… ¡un triciclo gigante! Alfred tenía uno guardado para emergencias, aunque parecía más adecuado para un payaso que para el Caballero Oscuro.

"Esto es… incómodo", murmuró Batman, intentando mantener el equilibrio en el triciclo. Robin, a su lado, se reía a carcajadas.

Después de un viaje lleno de baches y miradas extrañadas, llegaron a la fábrica de juguetes. La puerta principal estaba cerrada, pero Batman no se inmutó. Con un batarangue, abrió la cerradura y entraron sigilosamente.

Dentro, todo estaba oscuro y lleno de telarañas. Se escuchaban ruidos extraños y sombras se movían en las esquinas. De repente, ¡BOOM! Un payaso saltó frente a ellos, lanzando confeti y riendo a carcajadas.

"¡Bienvenidos a mi humilde morada!", gritó el payaso. "Soy el Guasón, y tengo una sorpresa para ustedes!"

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Detrás del Guasón, Batman y Robin vieron sus batimóviles. ¡Pero no estaban solos! El Acertijo, Hiedra Venenosa y el Pingüino estaban allí, ¡rodeando los vehículos!

"¡Robamos sus coches, Batman!", exclamó el Acertijo. "¿Puedes adivinar por qué?"

Hiedra Venenosa, con sus plantas trepadoras, intentaba enredar los batimóviles. El Pingüino, con su paraguas trucado, golpeaba las ruedas. El Guasón, por supuesto, simplemente se reía.

Batman, a pesar de estar en desventaja, no se rindió. "No importa cuántos sean", dijo con determinación. "¡Recuperaré mis batimóviles!"

La batalla comenzó. Robin lanzó sus batarangues a Hiedra Venenosa, distrayéndola. Batman luchó contra el Guasón, esquivando sus bromas y golpes. Mientras tanto, Alfred, desde la Batcueva, envió un bat-robot volador para ayudar.

El bat-robot lanzó una red sobre el Pingüino, atrapándolo en el aire. Batman, aprovechando la distracción, saltó sobre el Acertijo y le quitó su bastón. Con el bastón, desactivó el campo de fuerza que protegía los batimóviles.

Hiedra Venenosa intentó escapar, pero Robin la detuvo con una bomba de humo de bat-bayas. El Guasón, al verse superado, intentó huir en uno de los batimóviles. Pero Batman fue más rápido. Con un gancho, lo sacó del coche y lo dejó aturdido en el suelo.

"¡Se acabó, Guasón!", dijo Batman, con voz firme.

Los villanos fueron arrestados y llevados a la prisión de Arkham. Los batimóviles fueron recuperados y llevados de vuelta a la Batcueva.

"Buen trabajo, Robin", dijo Batman, sonriendo. "Y gracias, Alfred, por el bat-robot".

"Siempre a su servicio, Amo Bruce", respondió Alfred. "¿Y qué tal si celebramos con un bat-sándwich de pepinillo?"

Batman y Robin asintieron con entusiasmo. Habían salvado el día, ¡y ahora podían disfrutar de un merecido descanso! Y aunque el viaje en triciclo fue un poco vergonzoso, aprendieron que incluso sin sus batimóviles, ¡siempre podían contar con su ingenio y valentía!

Desde ese día, Batman instaló aún más sistemas de seguridad en la Batcueva. ¡Pero sobre todo, aprendió a no subestimar el poder de un buen triciclo gigante!

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Publicado el 03/08/2025

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