¡Bubo y los Pequeños Observadores de la Clase!

Based on: ¡Hola, niños de 4 años A! Me presento: soy Bubo, el Búho de las Normas Mágicas. Vivo en lo alto del árbol más alto del jardín de los colegios, desde donde puedo ver todas las aulas del mundo. ¡Sí, incluso la tuya! Desde hace un tiempito he estado mirando con mis grandes ojos de búho y he notado que a veces, las normas de la clase no se están cumpliendo tan bien como podrían... 😯 Pero no se preocupen, ¡no estoy aquí para regañar! Estoy aquí para ayudarles a mejorar y convertir su aula en el mejor lugar para aprender y jugar. 🕵️‍♂️ Por eso, he decidido elegir a un ayudante especial cada día. Esa persona tendrá una misión súper secreta y divertida: será el “Observador de las Normas”. 👀 Su trabajo será mirar con atención y ver si todos sus compañeros: Levantan la mano para hablar, atienden a la profesora, O usan una voz tranquila. 🔍 Si todos cumplen las normas, el observador podrá poner un tic o una carita feliz en su tarjetita de observador. 🌟 Si TODOS hacen un buen esfuerzo por cumplir las normas… ¡hay una sorpresa mágica esperándolos que les traeré en unos días! ¿Están listos para comenzar esta aventura conmigo? Les he dejado unas cositas que les ayudará en el cumplimiento de las normas. Yo estaré observando desde lo alto, siempre con una sonrisa de alas abiertas. Con cariño y muchas plumas, Bubo el Búho Observador 🦉✨

¡Hola, niños de 4 años A!

Me presento: soy Bubo, el Búho de las Normas Mágicas. Vivo en lo alto del árbol más alto del jardín de los colegios, desde donde puedo ver todas las aulas del mundo. ¡Sí, incluso la tuya!

Desde hace un tiempito he estado mirando con mis grandes ojos de búho y he notado que a veces, las normas de la clase no se están cumpliendo tan bien como podrían... 😯

Pero no se preocupen, ¡no estoy aquí para regañar! Estoy aquí para ayudarles a mejorar y convertir su aula en el mejor lugar para aprender y jugar.

🕵️‍♂️ Por eso, he decidido elegir a un ayudante especial cada día. Esa persona tendrá una misión súper secreta y divertida: será el “Observador de las Normas”.

👀 Su trabajo será mirar con atención y ver si todos sus compañeros:

* Levantan la mano para hablar,

* Atienden a la profesora,

* O usan una voz tranquila.

🔍 Si todos cumplen las normas, el observador podrá poner un tic o una carita feliz en su tarjetita de observador.

🌟 Si TODOS hacen un buen esfuerzo por cumplir las normas… ¡hay una sorpresa mágica esperándolos que les traeré en unos días!

¿Están listos para comenzar esta aventura conmigo?

Les he dejado unas cositas que les ayudará en el cumplimiento de las normas.

Yo estaré observando desde lo alto, siempre con una sonrisa de alas abiertas.

Con cariño y muchas plumas,

Bubo el Búho Observador 🦉✨.

Al día siguiente, la Señorita Ana, la profesora de 4 años A, les habló de Bubo. “¡Qué emoción! ¡Tenemos un amigo búho que nos ayudará a ser los mejores!” dijo con una sonrisa.

El primer Observador de las Normas fue Mateo. Mateo era un niño muy atento, con ojos brillantes y una sonrisa contagiosa. Recibió su tarjetita, que tenía dibujado un pequeño búho y espacios para poner tics o caritas felices.

Al principio, Mateo estaba un poco nervioso. Pero luego, recordó las palabras de Bubo y la Señorita Ana. Su misión era ayudar, no regañar.

La primera norma a observar era levantar la mano para hablar. Sofia quería contar que había visto un perro enorme en el parque, y estaba a punto de gritarlo. Mateo, con una vocecita suave, le recordó: “¡Sofia, levanta la mano!”. Sofia sonrió y levantó su manito. ¡Tic! Mateo puso un tic en su tarjetita.

Luego, durante la lectura de un cuento sobre un osito, Juan estaba distraído jugando con sus zapatos. Mateo se acercó y le susurró: “Juan, ¡tenemos que atender a la profesora!”. Juan dejó sus zapatos y miró a la Señorita Ana. ¡Otro tic para Mateo!

Después, durante el tiempo de juego, Carlos y Lucia estaban discutiendo por un camión. Sus voces eran muy altas. Mateo se acercó y les dijo: “¡Chicos, recuerden usar una voz tranquila!”. Carlos y Lucia bajaron el tono de sus voces y resolvieron el problema compartiendo el camión. ¡Tic! ¡Otro tic para Mateo!

Al final del día, la tarjetita de Mateo estaba llena de tics y caritas felices. Estaba muy orgulloso de su trabajo. La Señorita Ana le felicitó: “¡Excelente trabajo, Mateo! Has sido un Observador de las Normas fantástico”.

Al día siguiente, fue el turno de Lucia de ser la Observadora. Lucia era una niña muy amable y siempre dispuesta a ayudar. Siguió el ejemplo de Mateo y recordó a sus compañeros las normas con cariño y paciencia.

Cada día, un niño diferente era elegido como Observador de las Normas. Todos se esforzaron por cumplir las normas y ayudar a sus compañeros. Poco a poco, el aula de 4 años A se convirtió en un lugar más tranquilo, ordenado y divertido.

Finalmente, llegó el día de la sorpresa mágica. Bubo, el Búho de las Normas Mágicas, apareció en el aula. ¡Todos los niños estaban emocionados!

Bubo trajo consigo una caja llena de… ¡pegatinas brillantes con forma de búho! Cada niño recibió una pegatina para recordarles la importancia de cumplir las normas.

Pero la verdadera sorpresa fue otra. Bubo les dijo: “Niños, su mayor recompensa es que han creado un aula maravillosa, donde todos se respetan y aprenden juntos. ¡Eso es verdadera magia!”.

Desde ese día, los niños de 4 años A siempre recordaron a Bubo y a los Observadores de las Normas. Y aunque ya no tuvieran un ayudante especial cada día, todos se esforzaron por ser Observadores de las Normas por sí mismos, convirtiendo su aula en un lugar mágico donde la alegría y el aprendizaje siempre estaban presentes.

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Publicado el 04/22/2025

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