En el corazón de la histórica Salamanca, vivía una niña de 11 años llamada Laura.
Laura era una niña curiosa y amable, que amaba explorar las calles adoquinadas y los edificios antiguos de su ciudad.
Un día, mientras paseaba por el parque, Laura conoció a Martina, una nueva vecina que acababa de mudarse desde un pueblo lejano.
Martina era una niña tranquila y reflexiva, que adoraba la naturaleza y los animales.
Juntas, Laura y Martina se embarcaron en una aventura extraordinaria que cambiaría sus vidas para siempre.