Si quieres imágenes de mayor calidad e impacto,

¡El Loro Lolo y la 'E' Escurridiza!

Based on: cuento sobre un loro que no sabe pronunciar algunas palabras o letras (como por ejemplo la R) y pasa mucha verguenza. El cuento tiene que tener momentos donde se puedan replicar sonidos con la boca

En un árbol gigante de la selva tropical, vivía un loro llamado Lolo. Lolo era un loro muy simpático y le encantaba hablar, ¡pero tenía un pequeño problema! No podía pronunciar bien algunas letras, especialmente la 'r'. Cuando intentaba decir 'perro', le salía algo así como 'pe-o'. ¡Qué vergüenza!

Un día, la ardilla Rita organizó una fiesta en el árbol. Rita era muy famosa por sus riquísimas nueces caramelizadas. Lolo quería ir a la fiesta y charlar con todos, pero le daba mucha vergüenza hablar. ¿Qué tal si intentaba pedir una nuez y no podía pronunciar la 'r'? Se imaginaba diciendo "¡Quie-o una nuez!" y todos riéndose. ¡Qué horror!

Desde su rama, Lolo observaba a los otros animales preparándose. El mono Miguel inflaba globos: *¡Puf, puf, puf!* El tucán Tito decoraba con guirnaldas de flores: *¡Tap, tap, tap!* Incluso la perezosa Pepa, aunque muy lenta, intentaba ayudar a colocar las luces: *¡Uf, uf, uf!* Lolo suspiró. Él también quería participar, pero el miedo a su pronunciación lo paralizaba.

Finalmente, se armó de valor y voló hacia donde estaba Rita. "Hola, Rita," dijo Lolo, intentando sonar lo más normal posible. Rita, muy sonriente, le respondió: "¡Hola, Lolo! ¡Qué bueno que viniste! ¿Quieres una nuez caramelizada?" Lolo tragó saliva. Era el momento de la verdad. "Sí, po- favo-," dijo Lolo, sintiendo que sus plumas se erizaban. Rita lo miró con curiosidad, pero no dijo nada. "¡Claro!" respondió, y le ofreció una nuez.

Lolo la tomó y, para su sorpresa, Rita continuó hablando como si nada. "¿Sabes?" dijo Rita, "el oso Bruno también tiene problemas para pronunciar la 's'. Le sale algo así como 'eee' al final de cada palabra." Lolo se sintió un poco mejor. ¡No era el único!

Si quieres imágenes de mayor calidad e impacto,

Mientras comía su nuez caramelizada (¡mmm, qué rica!), Lolo vio al oso Bruno intentando saludar a una mariposa. "Hola, ma-ipo-aeee," dijo Bruno. La mariposa revoloteó alrededor de Bruno, como si entendiera perfectamente. *¡Flap, flap, flap!* Las alas de la mariposa hacían un sonido suave y rítmico.

Lolo se dio cuenta de que a nadie realmente le importaba su problema de pronunciación. Lo importante era lo que quería decir y la intención detrás de sus palabras. Se acercó a Bruno y le dijo: "¡Hola, B-uno!" Bruno sonrió. "¡Hola, Lo-o!" contestó.

Lolo y Bruno pasaron el resto de la fiesta juntos, charlando y riendo. Lolo contó chistes (aunque algunos salieron un poco raros, como "¿Qué le dice un pe-o a una pulga?") y Bruno compartió historias sobre su búsqueda de miel (¡*Bzzt, bzzt, bzzt!* imitaba el sonido de las abejas).

Al final de la fiesta, Lolo se sintió mucho más feliz y confiado. Había aprendido que sus amigos lo querían tal como era, con sus virtudes y sus pequeños defectos. Y aunque todavía le costaba pronunciar la 'r', ya no le daba tanta vergüenza. Sabía que con práctica y paciencia, algún día lograría decir 'perro' sin que sonara como 'pe-o'.

De vuelta en su árbol, Lolo practicó la 'r' una y otra vez. "¡Ro-jo! ¡Ro-sa! ¡Ro-edor!" Intentaba imitar el sonido del río que corría cerca: *¡Rrrrr, rrrrr, rrrrr!* Poco a poco, la 'r' se hacía un poco más clara. Y aunque sabía que el camino sería largo, Lolo estaba decidido a vencer su timidez y a hablar con todos, sin importar su pequeña dificultad. ¡Porque lo importante era la amistad y la alegría de compartir!

Si quieres imágenes de mayor calidad e impacto,
0 me gusta
Publicado el 04/14/2025

Comparte tu opinión

5/10
5/10