En un pequeño pueblo de los Andes peruanos, vivía un niño llamado José María.
A José María le encantaba leer y escribir.
Siempre llevaba un cuaderno consigo y escribía todo lo que veía y sentía.
Un día, José María conoció a un famoso escritor llamado Ciro Alegría.
Ciro Alegría quedó impresionado por el talento de José María y le animó a seguir escribiendo.
José María se emocionó mucho y prometió convertirse en un gran escritor.
José María siguió escribiendo y escribiendo.
Escribió sobre su pueblo, su familia y sus sueños.
También escribió sobre las injusticias que veía a su alrededor.
José María quería que su escritura ayudara a cambiar el mundo.
Cuando José María creció, se convirtió en uno de los escritores más importantes del Perú.
Sus libros ganaron muchos premios y fueron traducidos a muchos idiomas.
José María nunca olvidó su promesa de usar su escritura para ayudar a los demás.
Un día, José María volvió a su pueblo natal.
Fue recibido como un héroe.
Los niños le rodearon y le pidieron que les contara historias.
José María les contó historias sobre su infancia, sobre sus sueños y sobre la importancia de luchar por lo que uno cree.
Los niños escucharon atentamente las historias de José María.
Se inspiraron en su ejemplo y prometieron seguir sus sueños.
José María estaba feliz.
Sabía que había cumplido su promesa de usar su escritura para ayudar a los demás.