Ana estaba muy emocionada por su primer día de clases en primer grado.
Se había levantado temprano, se había puesto su vestido nuevo y se había peinado con cuidado.
Cuando llegó a la escuela, vio a muchos niños y niñas nuevos.
Algunos estaban llorando porque extrañaban a sus mamás, pero Ana no.
Estaba demasiado emocionada por explorar su nueva escuela.
La maestra de Ana, la señorita María, era muy amable y acogedora.
Les dio a todos los niños un abrazo y les mostró su salón de clases.
El salón de clases era grande y luminoso, con muchos escritorios, sillas y juguetes.
La señorita María les dijo a los niños que se sentaran en sus escritorios y que sacaran sus mochilas.
Ana abrió su mochila y sacó su caja de lápices, su cuaderno y su libro de lectura.
De repente, Ana se dio cuenta de que le faltaba algo.
¡Su peluche favorito, Conejito, no estaba en su mochila!
Ana se puso muy triste.
Conejito era su mejor amigo y no podía imaginar pasar el día sin él.
Ana le dijo a la señorita María que había perdido a Conejito y la señorita María le dijo que no se preocupara.
Le dijo a Ana que todos los niños ayudarían a buscarlo.
Todos los niños se levantaron de sus escritorios y comenzaron a buscar a Conejito.
Miraron debajo de las mesas, dentro de las mochilas y en los armarios.
Pero Conejito no estaba por ningún lado.
Ana estaba empezando a desesperarse.
Pensó que nunca volvería a ver a Conejito.
Pero entonces, uno de los niños, llamado Juan, dijo que había visto algo debajo del escritorio de la señorita María.
Todos los niños corrieron hacia el escritorio de la señorita María y allí, debajo del escritorio, estaba Conejito.
Ana estaba tan feliz que abrazó a Conejito con fuerza.
La señorita María les dijo a los niños que estaban muy orgullosos de ellos por trabajar juntos para encontrar a Conejito.
Les dijo que el trabajo en equipo es muy importante y que siempre deben ayudarse unos a otros.
Ana aprendió una valiosa lección ese día.
Aprendió que el trabajo en equipo es importante y que siempre debe ayudar a sus amigos.
También aprendió que incluso cuando pierde algo, siempre hay esperanza de encontrarlo si trabaja en equipo.