El sueño de María: Una aventura a caballo

Based on: Una niña sueña en su cama como va a ser de mayor. En el sueño aparecen muchas profesiones: arquitecta, profesora, bailarina, cocinera....Pero a ella siempre le ha llamado la atención una cosa... montar a caballo. Al despertar, le dice a su padre que quiere aprender a montar a caballo para ganar concursos

En el acogedor refugio de su cama, María se sumergió en un sueño vívido donde su futuro se desplegaba ante sus ojos.

Una miríada de profesiones bailaban ante ella: la arquitecta que diseñaba imponentes edificios, la profesora que impartía conocimientos a jóvenes mentes, la bailarina que se deslizaba con gracia sobre el escenario y la cocinera que creaba deliciosos manjares.

Pero entre todas estas opciones, un sueño en particular había cautivado el corazón de María desde siempre: montar a caballo.

La imagen de un corcel galopando por verdes praderas, el viento acariciando su melena y la sensación de libertad e independencia la llenaba de emoción.

Al despertar, María sintió una determinación inquebrantable.

Corrió hacia su padre y, con los ojos brillantes de entusiasmo, le anunció su deseo: "¡Papá, quiero aprender a montar a caballo!

Quiero ganar concursos y sentir la velocidad del viento en mi cara".

El padre de María sonrió ante el entusiasmo de su hija.

"Claro, María.

Te apuntaré en una escuela de equitación.

Pero recuerda, aprender a montar a caballo requiere paciencia, dedicación y mucho trabajo".

María asintió con entusiasmo.

Estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para alcanzar su sueño.

Se inscribió en una escuela de equitación y comenzó sus lecciones con un caballo llamado Relámpago.

Al principio, montar a caballo fue un reto.

María se cayó varias veces, pero nunca se rindió.

Practicó incansablemente, aprendiendo a controlar a Relámpago y a formar un vínculo con él.

Con el tiempo, María se convirtió en una hábil jinete.

Podía galopar a través de los campos con facilidad, saltar obstáculos y realizar intrincados patrones de doma.

Participó en varios concursos de equitación y ganó numerosos premios.

Pero para María, la verdadera recompensa no eran los trofeos ni las medallas.

Era la sensación de logro, la alegría de conectar con un animal tan noble y la libertad que sentía al montar a caballo.

Y así, el sueño de María se hizo realidad, llevándola a un mundo de aventuras y recuerdos inolvidables.

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Publicado el 01/26/2025

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