En una ciudad lejana llamada Lima, vivía un niño pequeño llamado Cossimo.
Tenía solo tres añitos y estaba muy emocionado porque pronto sería su cumpleaños.
Este año, su familia había decidido celebrarlo en una ciudad diferente: Arequipa.
Cossimo tenía una prima muy especial llamada Samanta.
Vivía en Arequipa y era su prima favorita.
Samanta estaba muy emocionada por la llegada de su primo y había estado planeando muchas sorpresas para él.
Un día antes del cumpleaños de Cossimo, su mamá y él empacaron sus maletas y se dirigieron al aeropuerto.
Cossimo nunca había estado en un avión antes, así que estaba un poco nervioso.
Pero su mamá le explicó que era como un auto mágico que volaba por el cielo.
Cuando llegaron al aeropuerto, Cossimo se quedó impresionado por el enorme avión.
Se subió con su mamá y se sentó junto a la ventana.
¡Estaba tan emocionado!
El avión comenzó a moverse y, poco a poco, se elevó hacia el cielo.
Cossimo miró por la ventana con asombro.
¡Era increíble ver la ciudad desde arriba!
Podía ver casas, parques y hasta el mar.
El viaje duró una hora y, cuando el avión aterrizó en Arequipa, Cossimo no podía esperar para salir y explorar su nueva ciudad.
Samanta estaba esperando a Cossimo en el aeropuerto.
Se abrazaron fuerte y Cossimo le contó todo sobre su viaje en avión.
Luego, se subieron al auto de la familia de Samanta y se dirigieron a su casa.
La casa de Samanta estaba llena de decoraciones de cumpleaños.
Había globos, serpentinas y un gran pastel con el nombre de Cossimo.
Cossimo estaba tan feliz de ver a toda su familia reunida para celebrar su cumpleaños.
Comieron pastel, jugaron juegos y cantaron canciones.
Cossimo se divirtió mucho y se sintió muy especial.
Al final de la fiesta, Samanta le entregó a Cossimo un regalo muy especial: un pequeño avión de juguete.
Cossimo estaba encantado con su regalo.
Lo abrazó fuerte y agradeció a Samanta.
Luego, se subió al avión de juguete y fingió volar por la habitación.
Cossimo pasó varios días en Arequipa con su familia.
Exploró la ciudad, visitó museos y parques, y comió muchos platos deliciosos.
Pero lo que más le gustó fue pasar tiempo con su prima Samanta.
Cuando llegó el momento de irse, Cossimo estaba triste por dejar Arequipa.
Pero sabía que volvería pronto y que siempre tendría recuerdos especiales de su viaje de cumpleaños.