¡Hasta siempre, seño Irene!

En la Escuela Infantil Antonio Modesto Mata, los niños de 2 años estaban muy tristes.

Su querida seño Irene se despedía de ellos para siempre.

Jesús, Andrea, Fabio, Mateo, Rubén, Lola, Pilar, Álvaro, Eric y Pablo habían pasado momentos inolvidables con ella, aprendiendo y jugando juntos.

La seño Irene era muy especial.

Siempre tenía una sonrisa en la cara y sabía hacerles reír con sus ocurrencias.

Les había enseñado canciones, cuentos y juegos que nunca olvidarían.

Los niños la querían mucho y no querían que se fuera.

Ese día, todos se reunieron en el aula para despedirse de ella.

La seño Irene les dio un fuerte abrazo a cada uno y les dijo cuánto los iba a echar de menos.

Los niños le regalaron dibujos y tarjetas que habían hecho con todo su cariño.

Jesús le regaló un dibujo de un sol, porque la seño Irene siempre les iluminaba los días.

Andrea le dio una tarjeta con un corazón, porque su corazón siempre estaba lleno de amor para ellos.

Fabio le hizo un avión de papel, para que pudiera volar alto y llegar lejos.

Mateo le cantó una canción que habían aprendido juntos, y Rubén le bailó un baile que le hacía mucha gracia.

Lola le recitó un poema que había escrito especialmente para ella, y Pilar le dio un ramo de flores que había recogido en el jardín.

Álvaro le regaló un libro de cuentos, para que nunca olvidara las historias que les había contado.

Eric le hizo un marco de fotos con sus manos pintadas, para que siempre tuviera un recuerdo de ellos.

Pablo le dio un peluche que había sido su favorito, para que le acompañara en su nueva aventura.

La seño Irene se emocionó mucho con todos los regalos y las muestras de cariño de los niños.

Les prometió que nunca los olvidaría y que siempre los llevaría en su corazón.

Los niños se despidieron de la seño Irene con un fuerte aplauso y muchos besos.

Sabían que la echarían de menos, pero también estaban contentos por ella, porque sabían que iba a ser muy feliz en su nueva etapa.

Y así, la seño Irene se despidió de la Escuela Infantil Antonio Modesto Mata, dejando una huella imborrable en los corazones de los niños que habían tenido la suerte de conocerla.