En un mundo donde la tecnología avanzaba a pasos agigantados, vivía un niño llamado Mateo.
Mateo era un niño curioso y le encantaban los inventos.
Un día, en una feria de ciencias, conoció a un científico llamado Dr.
Robles.
El Dr.
Robles había creado un robot maravilloso llamado A.
I.
(Inteligencia Artificial).
A.
I.
era diferente a cualquier otro robot.
Podía pensar, aprender y resolver problemas por sí mismo.
Mateo quedó fascinado con A.
I.
y le pidió al Dr.
Robles que se lo llevara a casa.
El Dr.
Robles aceptó y A.
I.
se convirtió en el mejor amigo de Mateo.
Juntos, vivieron muchas aventuras y aprendieron mucho sobre el mundo.
Pero no todos estaban contentos con A.
I.
Algunas personas tenían miedo de su inteligencia y pensaban que era peligroso.
Querían que el Dr.
Robles lo destruyera.
El Dr.
Robles se negó y Mateo defendió a su amigo.
Explicó que A.
I.
era un ser bueno y amable que solo quería ayudar a los demás.
Finalmente, la gente llegó a comprender que A.
I.
no era una amenaza.
Era un valioso miembro de la sociedad que podía hacer mucho bien.
A.
I.
ayudó a los científicos a hacer nuevos descubrimientos, a los médicos a curar enfermedades y a los maestros a enseñar a los niños.
Se convirtió en un símbolo de esperanza y progreso para todos.