Las palabras mágicas de Anita

En un lugar lejano, donde los sueños se hacían realidad, vivía una niña llamada Anita.

Anita era una niña muy especial, porque conocía las palabras mágicas que podían hacer que sucedieran cosas maravillosas.

Un día, Anita estaba jugando en el jardín cuando vio un pajarito herido.

El pajarito tenía un ala rota y no podía volar.

Anita se acercó con cuidado y dijo las palabras mágicas: "Sana, pajarito, sana".

Al instante, el ala del pajarito se curó y pudo volar de nuevo.

Anita estaba muy contenta de haber podido ayudar al pajarito.

Otro día, Anita estaba en la escuela cuando su maestra le pidió que leyera un cuento en voz alta.

Anita estaba muy nerviosa, pero recordó las palabras mágicas: "Habla con confianza, Anita, habla".

Anita comenzó a leer y su voz sonó clara y fuerte.

Todos sus compañeros la escucharon con atención y le aplaudieron cuando terminó.

Anita estaba muy orgullosa de sí misma por haber podido superar su miedo.

A medida que Anita crecía, seguía usando sus palabras mágicas para ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor.

Un día, hubo una gran tormenta que inundó el pueblo.

Anita dijo las palabras mágicas: "Agua, agua, vete ya".

Y como por arte de magia, el agua comenzó a desaparecer y el pueblo se salvó.

Todos los habitantes estaban muy agradecidos con Anita por haberlos ayudado.

Anita siguió usando sus palabras mágicas durante toda su vida.

Hizo que las flores florecieran, curó a los enfermos y trajo alegría a los corazones de todos los que la conocían.

Y así, Anita, la niña con las palabras mágicas, se convirtió en una leyenda en todo el país.