Érase una vez un niño llamado Saúl que se preguntaba qué eran los símbolos patrios.
Un día, mientras jugaba en el parque, vio una bandera ondeando en el asta.
Se acercó a un señor mayor que estaba sentado en un banco y le preguntó: "Señor, ¿qué es esa bandera?" El señor sonrió y le dijo: "Esa es la bandera de nuestro país, Saúl.
Es un símbolo patrio que representa nuestra nación.
" "¿Qué es un símbolo patrio?", preguntó Saúl.
"Un símbolo patrio es algo que representa a nuestro país y nos une como ciudadanos", explicó el señor.
"Tenemos tres símbolos patrios principales: la bandera, el escudo y el himno nacional.
" Saúl quedó fascinado.
Le preguntó al señor sobre los colores y símbolos de la bandera.
El señor le dijo que el verde representaba los bosques y campos, el blanco la paz y la pureza, y el rojo la sangre derramada por los héroes que lucharon por la independencia.
Luego, el señor le mostró el escudo nacional.
Saúl vio un águila posada sobre un cactus, con una serpiente en su pico.
El señor le explicó que el águila representaba la fuerza y la libertad, el cactus la resistencia y la tierra, y la serpiente la sabiduría.
Finalmente, el señor le hizo escuchar el himno nacional.
Saúl sintió un escalofrío al oír las palabras patrióticas y la hermosa melodía.
El señor le dijo que el himno expresaba el amor y el orgullo por su país.
Saúl agradeció al señor por explicarle sobre los símbolos patrios.
Se dio cuenta de que eran más que simples banderas, escudos e himnos.
Eran símbolos que unían a su país y representaban su historia, valores y aspiraciones.