Sueñini, el chico que siempre tenía mucho sueño



Había una vez en un pequeño pueblo, un chico llamado Sueñini. Desde que era muy pequeño, siempre tenía mucho sueño. Por más que dormía muchas horas, siempre se despertaba con ganas de seguir durmiendo.

Esto hacía que le costara mantenerse despierto en la escuela, jugar con sus amigos o disfrutar de las actividades al aire libre. Sueñini sentía que su sueño era una carga que limitaba todo lo que podía hacer.

Un día, su abuelita, una mujer sabia y amorosa, decidió ayudarlo. "Sueñini, sé que siempre tienes mucho sueño, pero hoy me di cuenta de algo muy especial.

Cuando estás durmiendo, ¡tienes los sueños más maravillosos y creativos! ¿Alguna vez pensaste en lo increíble que es eso?", le dijo su abuelita con una sonrisa. Sueñini se quedó pensativo. Nunca antes se había planteado esa idea. ¿Podría ser que su sueño no fuera una carga, sino un regalo? Esa noche, antes de dormir, Sueñini decidió hacer un experimento.

En lugar de quejarse por su constante sueño, decidió pensar en todas las cosas maravillosas que podría soñar. Y para su sorpresa, esa noche tuvo un sueño en el que viajaba por el espacio, conocía seres extraterrestres amigables y descubría mundos increíbles.

Al despertar, Sueñini no se sentía agobiado por el sueño, sino emocionado por lo que podía llegar a soñar esa noche.

A medida que Sueñini comenzó a ver su sueño de una manera diferente, sus días se llenaron de energía y entusiasmo. Ya no suponía un obstáculo, sino una fuente de inspiración. Comenzó a contarle a sus amigos sobre sus sueños increíbles, y juntos imaginaban aventuras inimaginables.

Incluso en la escuela, Sueñini se volvió más participativo y creativo, utilizando las historias de sus sueños para contar cuentos fabulosos en clase.

Con el tiempo, Sueñini se convirtió en una fuente de inspiración para su comunidad, demostrando que incluso aquello que parecía una dificultad podía transformarse en algo maravilloso si se miraba desde otro ángulo. Y así, Sueñini vivió feliz, sabiendo que su sueño no era un problema, sino un tesoro que le regalaba cada noche.

FIN.

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