Sueño Blanco



Juan era un niño muy apasionado por el fútbol, desde pequeño le gustaba jugar en la calle con sus amigos y siempre soñaba con ser un jugador profesional.

Su equipo favorito era el Real Madrid, y su mayor anhelo era jugar en ese equipo algún día. Un día, mientras estaba jugando en la cancha del barrio, llegó un entrenador de fútbol que estaba buscando nuevos talentos para su equipo juvenil.

Juan no lo podía creer, ¡esa era su oportunidad! El entrenador lo invitó a una prueba para ver si tenía las habilidades necesarias para formar parte del equipo. Juan se preparó con mucho entusiasmo para la prueba.

Practicó todos los días y se esforzó al máximo para demostrar todo lo que sabía hacer en la cancha. Finalmente llegó el gran día de la prueba y Juan se presentó ante el entrenador junto a otros chicos que también querían entrar al equipo.

El entrenador los observaba atentamente mientras realizaban diferentes ejercicios y partidos amistosos entre ellos. Al finalizar la prueba, el entrenador llamó a Juan aparte y le dijo: "¡Felicidades! Has sido seleccionado para formar parte del equipo juvenil del Real Madrid".

Juan no podía contener su emoción, había logrado uno de sus mayores sueños gracias a su esfuerzo y dedicación. A partir de ese momento comenzaría una nueva etapa llena de desafíos y aprendizajes.

Al principio no fue fácil adaptarse al ritmo de entrenamientos intensivos y partidos cada fin de semana, pero Juan nunca perdió la motivación ni dejó de trabajar duro para mejorar cada día más. Con el tiempo fue ganando confianza en sí mismo y demostrando su talento en la cancha.

Pero un día, durante un partido importante, Juan sufrió una lesión en el tobillo que lo dejó fuera de juego por varios meses.

Fue un momento difícil para él, se sentía triste y desanimado por no poder jugar con su equipo. Pero decidió no rendirse y aprovechar ese tiempo para recuperarse bien y seguir aprendiendo sobre el fútbol. Finalmente llegó el día en que pudo volver a jugar con sus compañeros.

Y aunque al principio le costó retomar el ritmo, poco a poco fue recuperando su nivel y volviendo a ser uno de los mejores del equipo. Gracias a su perseverancia y dedicación, Juan logró cumplir su sueño de convertirse en jugador profesional del Real Madrid.

Se convirtió en uno de los ídolos del equipo y inspiró a muchos niños como él a nunca dejar de luchar por sus sueños. "-Nunca te rindas Juan", le decía siempre su entrenador.

"Siempre hay obstáculos en el camino, pero tú tienes la fuerza para superarlos". Y así fue como Juan aprendió que nada es imposible si se trabaja duro y se tiene pasión por lo que se hace.

FIN.

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