Sueño Celeste



Había una vez en Uruguay, un país apasionado por el fútbol.

En la ciudad de Montevideo, donde se encuentra el club Nacional, vivía un niño llamado Martín, que soñaba con ser como su ídolo Luis Suárez y jugar en ese gran equipo. Un día, Nacional logró llegar a la final de la Copa Libertadores y se enfrentaría a un poderoso equipo brasileño. Martín estaba emocionado y no se perdía ningún partido de su amado club.

Todos los uruguayos estaban expectantes por lo que podía ocurrir. El partido fue muy reñido y llegaron a los penales. La tensión era palpable en todo el país.

Luis Suárez tomó el balón para patear el último penal que definiría al campeón. Martín estaba nervioso pero confiaba en su ídolo. - ¡Vamos Luis! ¡Tú puedes hacerlo! -gritaba Martín frente al televisor. Luis Suárez respiró hondo, se concentró y pateó con fuerza hacia el ángulo derecho del arco rival.

¡Gol! Nacional había ganado la Copa Libertadores y todo Uruguay estalló de alegría. Las calles se llenaron de gente celebrando, banderas celestes ondeaban por todas partes y los fuegos artificiales iluminaban el cielo nocturno.

Martín salió corriendo a festejar con sus amigos al parque cercano a su casa. Todos saltaban y cantaban emocionados por la victoria de su equipo. De repente, vieron acercarse a alguien entre la multitud que parecía ser Luis Suárez.

- ¡Es él! ¡Es Luis Suárez! -exclamó Martín emocionado. Luis se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro y les dijo:- Gracias por apoyarnos siempre, ustedes son parte importante de este triunfo también.

Martín no podía creer que estaba hablando con su ídolo. Le preguntó si algún día podría llegar a jugar en Nacional como él. - Claro que sí, Martín. Con esfuerzo, dedicación y pasión por lo que haces, puedes lograr tus sueños -respondió Luis Suarez inspiradoramente.

Desde ese día, Martín entrenaba aún más duro para mejorar sus habilidades futbolísticas y seguir los consejos de su ídolo. Sabía que no sería fácil llegar tan lejos como Luis Suarez, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Y así fue como gracias al triunfo de Nacional en la Copa Libertadores y las palabras motivadoras de Luis Suarez, Martín aprendió una valiosa lección: nunca rendirse ante los desafíos e ir tras sus sueños con determinación porque todo es posible si uno cree en sí mismo.

FIN.

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