Sueño de Campeones



Una noche, después de mucho jugar y correr por la casa, Fausti Ludmi e Irene fueron a dormir. Pero no podían dejar de pensar en su sueño de conocer a Messi y al Dibu.

"¿Cómo podemos hacer para conocerlos?" preguntó Fausti. "No sé" respondió Ludmi. "Quizás si practicamos mucho futbol como ellos, algún día nos notarán" dijo Irene. Los tres hermanos se pusieron manos a la obra.

Todos los días salían al patio trasero de su casa a practicar tiros libres, pases y regates. Iris y Vera se unían al juego también, persiguiendo el balón por todo el jardín.

Un día mientras jugaban, un hombre mayor que caminaba por la calle se detuvo a observarlos. Era un entrenador de futbol retirado que había trabajado con jugadores profesionales en el pasado. "¡Vaya! Ustedes juegan muy bien" les dijo el hombre.

Fausti, Ludmi e Irene estaban emocionados ante las palabras del entrenador. "¿De verdad lo crees? ¿Podemos ser tan buenos como Messi o el Dibu?" preguntó Ludmi entusiasmada. "Por supuesto que sí", respondió el entrenador sonriendo. "Solo necesitan seguir practicando duro todos los días".

A partir de ese momento, el entrenador comenzó a visitarlos regularmente para ayudarles con sus habilidades en el futbol. Les enseñaba diferentes técnicas y tácticas para mejorar su juego y les daba consejos sobre cómo mantenerse enfocados en sus objetivos.

Fausti Ludmi e Irene trabajaron aún más duro, motivados por el entrenador y su sueño de conocer a Messi y al Dibu. Pronto, empezaron a destacarse en los partidos locales y su fama se extendió por toda la ciudad.

Un día, mientras practicaban en el parque, un hombre alto con una camiseta del Barcelona se acercó a ellos. "Hola chicos" dijo el hombre sonriendo. "Soy amigo de Leo Messi y he oído hablar mucho de ustedes".

Fausti Ludmi e Irene no podían creer lo que estaban escuchando. "¿De verdad?" preguntó Fausti emocionado. "Sí", respondió el hombre. "Messi está muy interesado en conocerlos". Los tres hermanos saltaron de alegría ante la noticia.

Finalmente habían logrado su objetivo: conocer a Messi y al Dibu. Esa misma tarde, fueron llevados al estadio donde jugaba el Barcelona para conocer a sus ídolos del futbol.

Allí pudieron charlar con ellos sobre sus vidas como jugadores profesionales y les enseñaron algunos trucos para mejorar aún más su juego. Fausti Ludmi e Irene regresaron a casa esa noche con una gran sonrisa en sus rostros.

Habían aprendido que si trabajan duro por algo que realmente quieren, pueden hacer realidad cualquier sueño por imposible que parezca. Y quién sabe... tal vez algún día puedan jugar junto a Messi y al Dibu en un partido importante del Barcelona!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!