Sueños despejados


Había una vez un joven llamado Cristian que tenía problemas para dormir. Cada noche se revolvía en su cama tratando de encontrar una posición cómoda, pero siempre le dolía la espalda y no podía conciliar el sueño.

Cristian era un joven muy inteligente y le gustaba mucho leer. Pasaba horas sumergido en sus libros favoritos y a veces también escribía pequeñas historias.

Pero a pesar de su amor por los libros, había algo más que ocupaba su mente: un sueño secreto. Él nunca hablaba con nadie sobre ese sueño, porque temía que lo juzgaran o se rieran de él.

Pero cada noche, cuando cerraba los ojos e intentaba dormir, ese sueño volvía a aparecer en su mente. Un día, Cristian decidió hablar con su abuela sobre sus problemas para dormir y el dolor constante en su espalda.

Su abuela lo escuchó atentamente y le dijo:"Cristian, tal vez tu problema sea que estás pensando demasiado en ese sueño secreto tuyo. Quizás necesitas despejar tu mente antes de irte a dormir". Cristian no estaba seguro de cómo hacer eso, pero decidió seguir el consejo de su abuela.

Esa noche, antes de acostarse a leer como siempre hacía, decidió salir al jardín trasero de la casa para respirar aire fresco y mirar las estrellas. Mientras admiraba el cielo nocturno, Cristian sintió como si una carga hubiera sido levantada de sus hombros.

Se dio cuenta de que había estado tan obsesionado con su sueño secreto que había olvidado disfrutar de las cosas simples de la vida. De vuelta en su habitación, Cristian se sintió más relajado y logró dormir mejor esa noche.

Y así continuó por varias noches consecutivas: salía al jardín a respirar aire fresco antes de acostarse, leía un poco y luego cerraba los ojos para dormir.

Poco a poco, el dolor en su espalda empezó a desaparecer y Cristian se sintió más feliz y menos preocupado. Finalmente, un día se dio cuenta de que había dejado atrás su sueño secreto sin siquiera darse cuenta.

A partir de entonces, Cristian aprendió una valiosa lección: a veces necesitamos tomar un descanso del mundo que nos rodea para poder encontrar la paz interior. Y así fue como encontró la felicidad en las cosas simples de la vida.

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