Sueños sobre hielo



Había una vez una niña llamada Clari que tenía un gran sueño: convertirse en una jugadora profesional de hockey sobre césped.

Desde muy pequeña, Clari había sentido una pasión desbordante por este deporte y estaba dispuesta a hacer todo lo posible para lograr su objetivo. Clari vivía en un pequeño pueblo donde no había muchas oportunidades para practicar hockey. Sin embargo, eso no detuvo su determinación.

Todos los lunes, martes y miércoles después de la escuela, se dirigía al único campo de hockey del lugar para entrenar duro. Un día, mientras Clari estaba practicando sus tiros al arco, apareció Juanito, el vecino más travieso del pueblo.

Juanito siempre buscaba la forma de molestar a los demás niños y esta vez no fue la excepción. -¡Ey, Clari! ¿Crees que alguna vez serás buena en el hockey? -se burló Juanito-.

¡Seguro que nunca llegarás a ser profesional! Clari se sintió triste por las palabras hirientes de Juanito, pero no permitió que eso la afectara. Sabía que era importante mantenerse enfocada en su meta y demostrarle a todos lo lejos que podía llegar. Pasaron los meses y Clari seguía entrenando con esfuerzo cada semana.

Su técnica mejoraba cada día y comenzó a destacarse en los partidos contra otros equipos del pueblo. Pronto recibió una invitación para formar parte de un equipo juvenil en la ciudad cercana.

Clari estaba emocionada por esta nueva oportunidad y decidió aceptarla sin dudarlo. Los entrenamientos eran más intensos y exigentes, pero ella sabía que era el siguiente paso para alcanzar su sueño.

En uno de los partidos más importantes de la temporada, el equipo de Clari se encontraba perdiendo por un gol. Faltaban solo unos minutos para que terminara el partido y las esperanzas parecían desvanecerse. Fue entonces cuando Clari recordó las palabras motivadoras de su entrenador: "Nunca te rindas, incluso cuando todo parezca perdido".

Con esa frase resonando en su mente, Clari tomó el balón y comenzó a driblar a todos sus oponentes con una habilidad impresionante. Finalmente, logró anotar un gol espectacular justo antes del pitido final.

El equipo de Clari había empatado el partido y estaban en camino hacia la victoria. Todos celebraron emocionados y Clari se sintió orgullosa de haber demostrado su talento en ese momento crucial.

Después del partido, Juanito se acercó a Clari con una expresión sorprendida en su rostro. -¡Clari, eres increíble! Nunca pensé que llegarías tan lejos -dijo Juanito sinceramente-. Me gustaría ser como tú algún día.

Clari sonrió amablemente y le respondió:-Todos podemos lograr nuestros sueños si nos esforzamos lo suficiente y creemos en nosotros mismos. No importa lo que digan los demás, lo importante es no rendirse nunca y seguir adelante. A partir de ese día, Juanito cambió su actitud hacia los demás niños del pueblo.

Comenzó a valorar sus sueños y a apoyarlos en sus metas deportivas. Clari siguió entrenando duro cada semana mientras avanzaba en su camino hacia convertirse en una jugadora profesional.

Aprendió que, a veces, los obstáculos y las burlas pueden ser el combustible que necesitamos para alcanzar nuestras metas. Y así, Clari demostró al mundo que con determinación, pasión y perseverancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

FIN.

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